La mesa donde desayuno da a una ventana. Como es un piso bastante alto, puedo ver las azoteas de los edificios que están delante. Y también ventanas de habitaciones. En general sólo se ve que se apagan y encienden luces, pero a veces se ven sombras de figuras humanas que hacen diferentes movimientos. Con el tiempo he podido diferenciar que están vistiéndose , estirándose, salen y entran de la habitación. Sventana_edifon las 7:00 aproximadamente.

No veo nada sorprendente, pero reconozco que a veces es divertido y excitante. Se trata de escenas muy cotidianas ,que por sí mismas no tendrían que provocar ningún interés. Entonces por qué sigo mirando esto?

El voyer, no nos confundamos, es la persona que experimenta excitación sexual contemplando a otras personas en situaciones eróticas .La excitación va en aumento a medida que aumenta el riesgo de ser descubierto.

 

A margen de  ciertas desviaciones , pienso que todas las personas somos algo morbosas, si no perversas. Y no hay que vivirlo como algo inmoral mientras no dañemos a nadie ni a nosotros mismos .  La sensación de hacer algo que sabemos que está prohibido o que no está bien visto, ( como participar en algún grado de la intimidad de los otros ) viviéndolo como una travesura o aventura , genera en nuestro organismo esa adrenalina de la que hemos hablado anteriormente que provoca placer a pesar de que al mismo tiempo sabemos que podemos correr peligro.

No sólo eso: quizá saber que hay otras personas no tan lejos que realizan las mismas rutinas que nosotros día a día y que probablemente se enfrentan a las mismas preocupaciones y a los mimos conflictos,  en estos tiempos de individualismo que corren, nos ayuda en el fondo a sentirnos un poquito menos solos.

En cualquier caso, tengan en cuenta que a veces somos mucho más visibles para los demás de lo que nosotros creemos . Al menos aquellos/as  a quienes les importe…

 

 

 

 

Entrevista a Inma Ponce en Radio Faycan, que en clave de humor nos habla de aquellas estrategias que usamos para complicarnos la vida.

Espacio Abierto Con Inma Ponce

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Espacio Abierto Con Inma Ponce

Hemos comenzado nuestra colaboración semanal con Radio Faycán (Gran Canaria), dentro del programa magazine El Mostrador de Ezequiel . A partir de ahora, todos los jueves a las  18.10 de la tarde podrán escuchar a Inmaculada o a una servidora hablando de temas de Psicología.

El primer espacio tuvo lugar el jueves pasado, día 17, dedicado a la Higiene del Sueño . Allí estuve hablando sobre cómo dormir mejor. Aquí les ofrecemos una grabación del espacio:

«Actualmente hablamos de que necesitamos aprender a comer, aprender a estudiar , aprender a hablar en público,… yo añadiría que a veces a ciertas alturas de la vida nos vemos obligados a “aprender a dormir”. ..

 

Entrevista a Ada ( Psicologa ) 18-04-2013

 

Esperamos que les guste. Y que nos sigan leyendo y escuchando.

 

Anoche vi un capítulo de una serie de televisión americana que a parte de divertirme mucho mostró algo que me resultó familiar. La historia iba de un tipo qe tendía a acercarse mucho físicamente a las otras personas cuando hablaba con ellas. A los demás se les notaba incómodos y casi siempre tendían a su misma vez a caminar unos pasos hacia atrás. Paralelamente  a la conversación que mantienen dos personas se desarrolla un diálogo paralelo entre sus cuerpos: uno avanza,el otro retrocede. Independientemente de lo que hablan o piensan, que seguramente uno de ellos pensará: que cosa más molesta…

A parte de este ejemplo , existen otros : si dos personas caminan mientras hablan , una de ellas tiende a seguir la trayectoria de la otra aunque no se pongan de acuerdo explícitamente.

Hagan una prueba : si estando de pie  le damos la mano a una persona que está sentada, ¿qué ocurre luego?y si empiezan a hablar ¿cuánto tiempo aguantarán haciéndolo de esta forma hasta que el que está sentado se levanta o el que está de pide se  sienta o se agacha si no dispone de una silla? A parte de que físicamente es incómodo, hay una diferencia de estatus.

A mí no me cabe duda de que los cuerpos por sí mismos establecen su propia comunicación, que puede ir en el mismo sentido de la comunicación oral… o no.  Y conocer  esto puede ser útil en las relaciones con los demás , bien sea para compensar diferencias de estatus, hacer que la otra persona se sienta  realmente comprendida , o facilitar un clima apropiado para una negociación.

¿Cómo entrenarse? Para esto lo ideal es trabajar en parejas: prueben  a intentar imitar o guiar con sus movimientos los de otra persona , y comprueben si se escuchan o son escuchados/as.

Hoy quisiera compartir con ustedes un aprendizaje vital del que recientemente he sido consciente.

Durante toda mi vida, desde pequeñita, mi obsesión es HACER cosas por los demás; hacer cosas para que estén bien, para agradarles, para que sean felices, etc… No quiero que me malinterpreten, pues no me estoy quejando, me encanta hacer cosas por los demás, es una de las cosas que me definen como persona y realmente me encanta esa característica mía.

El problema viene cuando lo que Haces, es por buscar el reconocimiento y el amor de los demás; y la cosa es que cuanto más haces, menos agradas, te esfuerzas más entonces, pero entonces se produce lo contrario a lo deseado, menos agradas y más frustrada te sientes, evidentemente porque te esfuerzas y te esfuerzas y no consigues lo que quieres. Terminas convirtiéndome en algo que no era.

En este hacer, hacer, hacer y hacer sin sentido, no me sentía bien, algo pasaba pero no podía identificar el qué; me daba cuenta de que al resto de las personas les resultaba más fácil conseguir aquello que yo anhelaba, por qué?, esa era la pregunta que me rondaba por la cabeza.

La semana pasada encontré la respuesta, y es que me olvidé de SER, me olvidé de ser yo; en la vorágime de estar siempre ocupada haciendo, dejé a un lado lo más preciado de mí, y es Ser YO misma. Y es que el amor y el reconocimiento empieza por uno mismo, comienza en el interior, por un lado, y por el otro, si no te olvidas de ti y no sabes ni cómo eres, cómo te van a reconocer los demás?

Por tanto, os propongo que primero SEAMOS y luego HAGAMOS.

 

En Semana Santa me fui a la playa con mi hermana. Nos apeteció pillarnos un helado en un puestito del paseo. «¡ Y ahora la angustia de pensar qué helado me compro!«, decía ella con auténtico nerviosismo. Yo me reía, pero luego me hizo pensar: realmente todos los sabores parecían exquisitos y apetecibles. Y como no puedes elegirlos todos, quedarte con uno ya te obligaba a perder la oportunidad  todos los demás.

Hoy  la vida es en parte más estresante que antes porque tenemos muchas más opciones entre las que escoger: al elegir productos , estudios, pareja,… se nos abre ante nosotros un mar de diferentes posibilidades, y además muchas veces inlcuso podemos cambiar de opción en cualquier momento.¿ Las consencuencias de cada decisión ?No las conocemos antes de tomarla. No siempre tenemos toda la información que necesitamos, aunque lo parezca. ¿Y si me estoy equivocando y debía haber tomado otro camino?¿A dónde me habrían conducido los demás?¿Qué me estoy perdiendo?

www.fotofrontera.com

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La falta de respuesta a estas preguntas nos genera ansiedad, mayor cuanto más importante es para nosotros esa decisión.

Encima nos encontramos con personas que aparentemente ahorran más que nosotros porque tienen una compañía telefónica diferente, gente que tiene un trabajo «mejor» que el nuestro ( o tienen trabajo) y que resulta que estudiaron otra cosa, … y nosotros/as automáticamente nos arrepentimos de haber escogido nuestra carrera o nuestro  teléfono en su momento, sin una reflexión previa sobre lo que nos han aportado y nos aportan ahora y olvidándonos de que si tomamos entonces esas deciciones  fue por algo.

Éste es el precio que pagamos por la libertad, porque nos dejen elegir.

Y luego está la actitud con que nos enfrentamos al momento de elegir: hay personas que colocan muy alto sus expectativas: sólo estarán satisfechas cuando encuentren la camisa «perfecta» para ellas. Y otras a las que les da tanto miedo elegir que retrasan y retrasan la toma de decisiones, sin perder ni ganar nada, pero quedándose estancados en el mismo sitio.

 

Lo único que está demostrado es que superado el mayor tramo del ciclo vital las personas en general
no se arrepienten de aquello que hicieron y les salió mal sino de todo aquello  que les hubiese hacer …  y finalmente no hicieron.