Me compré un armario con varios cajones de madera para que sustituyera a  la vieja cajonera. De hecho he decidirlo deshacerme de ella. Hasta entonces,las dos conviven en mi habitación y  me he dado cuenta de cuánto me está costando abrir los nuevos cajones en lugar de los viejos cuando voy a coger unos calcetines. Cuando me doy cuenta ya estoy abriendo los cajones del mueble viejo, que ahora están vacíos. Entonces me doy cuenta de que aún no he perdido esa costumbre…

¿Cuánto de lo que hacemos diariamente no es una costumbre, un hábito o una rutina sobreaprendida? Piensen en lo que hacemos cada día: la higiene personal, cocinar, abrir una puerta, conducir, vestirnos,… durante esos momentos, ¿alguien se para a pensar en lo que estamos haciendo? Realmente pocas cosas hacemos que no requieran de una decisión o reflexión previa de la que seamos conscientes: funcionamos por hábitos , somos animales de costumbres.cajones

Los hábitos son útiles porque nos ahorran mucha energía para tareas que siempre van a hacerse igual. Pero no siempre es así, a veces las cosas cambian , cambian los contextos, las circunstancias y necesitamos cambiar nuestra respuesta habitual, aprender a abrir el nuevo cajón en lugar del viejo cada vez que necesitemos un calcetín. El problema es que nuestra mente a veces tarda más que nosotros mismos en adaptarse al cambio y sigue dando la misma respuesta automática.

Hay formas de pensar o de relacionarse que también son puros hábitos, tics, incluso . Quien se propone dejar de tratar a sus hijos/as como si fueran niños/as cuando ya no lo son,  quien se propone  ver las cosas de un modo más positivo o aquél/la que intenta dejar de dar órdenes a todos los que están a su alrededor , está haciendo un gran esfuerzo,  para dirigir su propio comportamiento, como quien reencamina a un animalito.

Yo sigo intentando acostumbrarme con paciencia a usar mi nuevo mueble. Ustedes pensarán que me ayudaría tirar de una vez la vieja cajonera. Es verdad, aunque también me veo buscándola hasta que recuerde que ya no está…  Sí es cierto que cada vez tardo menos en darme la vuelta y he dejado de enfadarme conmigo cada vez que me ocurre esto porque en el fondo sé que se esto es lo que ahora toca.

La semana pasada después de bastante tiempo  y varios paréntesis por fin terminé un libro que había empezado a leer.

Realmente uno/a se siente satisfecho/a cuando acaba algo que se ha empezado. Cualquier proyecto,  por poco o muy  importante que parezca( ya sea un puzzle o una carrera universitaria) lo valoramos realmente  cuando está terminado. Es como si ya pudiéramos ver de verdad  el resultado de nuestro esfuerzo. O como si puediéramos añadirlo por fin  a nuestra lista de logros.libro

¿Cómo se sienten ustedes sabiendo que han dejado algo a medias: el curso de inglés, el programa de entrenamiento físico , la colección , el puzzle,…? Yo suele sentirme a parte de algo culpable (quizá por invertir un tiempo que no he aprovechado como me gustaría) .También insatisfecha, con un leve toque de fracaso.

A veces el problema está en que no somos lo suficiemtemente realistas al elegir una tarea , porque ésta  realmente no nos motiva tanto o porque no tenemos los recursos o el tiempo o suficientes y no lo queremos ver : ya estamos bastante cargados con otras cosas y realmente para dedicarnos a ese nuevo proyecto habría que sacar alguno de la agenda.

Otras veces nos falla la disciplina para mantener un hábito.  O, simplemente,  no es el momento .

Si pensamos en todo esto quizá sea más satisfactorio comprometernos con menos proyectos y/o más asequibles , pero con más probabilidad de finalizarse , que otros más ambiciosos e inicialmente estimulantes que en el fondo sabemos que no se van a materializar. Sabiendo que tenemos tiempo por delante para llevar a cabo muchas cosas, lo importante es que no se queden definitivamente en el tintero. Y dedicarle tiempo y esfuerzo a elegir nuestros proyectos para iniciarlos con la seguridad de que es éso realmente lo que quiero hacer.

Además yo creo que es importante recompensarnos, darnos algún pequeño premio, aunque sea una palmadita en la espalda a nosotros/as mismos/as para recordarnos que cuando nos ponemos realmente podemos hacer muchas cosas. Decirlo en voz alta y compartirlo con los demás : «Lo he terminado», » está completo», «lo he conseguido».

Pensar que no se puede cambiar es una de las creencias más limitantes que tenemos; muchas veces pensamos que no es posible, cuando ni siquiera lo hemos intentado.

Estamos rodeados de cambios: el día, la noche, las estaciones del año, cumplimos años, la tecnología avanza, etc., y todos se asumen con total naturalidad, pero ¿qué pasa con los cambios que se producen en nuestra vida?, tanto los que decidimos hacer nosotros, como los que los demás hacen en su vida.

Nos planteamos dar un giro de 180º en nuestra vida, ¿es fácil de asumir?, realmente podemos cambiar, pero cambiar una característica de nuestra personalidad es un proceso que lleva un tiempo. Todas las personas cambiamos, evolucionamos con el tiempo. Al igual que la naturaleza, nosotros somos seres dinámicos y sufrimos procesos de evolución en el proceso de nuestra vida; dichos cambios simplemente suceden con el tiempo, a veces sin darnos cuenta, otros si son voluntarios pues decidimos mejorar algo. Esta evolución, simplemente es parte de nuestra experiencia vital y que vienen determinados por nuestras creencias, actitudes, valores, etc.

Y si cambiamos con el tiempo, sin ser conscientes a veces, ¿por qué no vamos a poder cambiar siendo conscientes?.  Si cambiamos sin buscarlo, ¿por qué no vamos a poder cambiar cuando lo que buscamos es el cambio?. Aprendemos a hablar, a leer, a escribir, a patinar, etc. La única diferencia está en que algunos son conscientes, otros no, unos son obligatorios, otros opcionales y son pocos los que deciden cambiar: porque no saben cómo, miedo a lo desconocido, miedo a lo que sucederá a nuestro alrededor (evidentemente nuestro cambio produce unos cambios en los demás……….

Las claves del cambio son:

  1. Creer en el cambio, creer que es posible.
  2. Aceptar la característica que se quiere cambiar, la aceptación es la condición previa al cambio. “No nos sentimos inclinados a cambiar aquellas cosas cuya realidad negamos”.
  3. Hacer todo lo posible, todo lo que encuentres y creas que te puede servir para cambiar hazlo. Si eres una persona tímida, intenta ser más sociable, poco a poco, al principio quizás no es cómodo, pero con el tiempo te irás  acostumbrando. Si no lo consigues al día siguiente, no pasa nada, date tiempo; recordemos,  Roma no se construyó en un día.

Nuestro comportamiento se sostiene con nuestras creencias, y nuestras creencias son toda la información que fuimos recibiendo desde pequeños y que se fue gravando en nuestro cerebro. El cambio no siempre es fácil, ya que hay comportamientos que están muy fuertemente arraigados a nuestro cerebro desde pequeños.

La dificultad del cambio depende tanto del tiempo que llevamos comportándonos de una misma manera, como del tipo de cambio de queramos hacer. Todo cambio es posible.

Sin embargo, ningún cambio que queramos hacer, será independiente a nuestras creencia, a medida que cambiamos nuestros hábitos, nuestra forma de hablar, nuestro comportamiento, se van modificando las creencias y viceversa.

En definitiva, todo cambio es posible. El que no se arriesga ni gana, ni pierde, se queda tal y como está. ¿Te quieres quedar como estas?

El pasado jueves 11 la compañera Inmaculada nos hablaba en El Mostrador de Ezequiel ( Radio Faycán) sobre la Autoestima: qué es, por qué es importante trabajarla y cómo podemos hacerlo de forma sencilla y desde casa.

Espacio Abierto Inma Ponce – 11-07-2013 (1)

La semana pasada nos regalamos unos días de vacaciones. De las más típicas de verano: playa-sol-cerveza-siesta. Mientras nos encontrábamos inmersos en el primer elemento fundamental, observé una pareja claramente  no lugareña  que durante un rato considerable de tiempo se quejaban de algo. Creo que se trataba de una diferencia de  precio que habían apreciado en algo concreto o un tema de similares características.800px-Tourist_cycle_on_texel_beach

Hay que decir que el día era inmejorable , porque hacía un sol muy agradable que tostaba pero no abrasaba, la brisa igual, y el mar apacible como un lago y daba la impresión de que esas personas no podían disfrutar precisamente a diario de todo eso. En medio de tal escenario  me pregunto ¿ cómo se puede mantener la atención en nada tan poco importante?

Seamos realistas: no es fácil desconectar ( o conectar con otras cosas) de los viejos hábitos . No basta con irnos a un sitio precioso, aunque parezca que si. Muchas veces estamos demasiado engachados a  preocupaciones o bien a un filtro que sólo nos muestra partes de la realidad .Nos siguen a donde vayamos porque nunca han estado fuera sino dentro de nosotros.

Fíjense que casi nunca describimos una experiencia con verdadera pasión  hasta que no ha pasado ( eso que se dice de que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes) . En parte porque que la memoria modifica e idealiza las experiencias positivas pero también porque no tenemos capacidad para mantener la atención con plenitud en el momento presente.

Hoy como todos/as, lamento el fin de esos días de descanso, y además me comprometo a esforzarme para que las próximas vacaciones las disfrute tanto como ahora disfruto recordar éstas.

 

Entrevista con Inma Ponce hablando de nuestras emociones, de su influencia en nuestro comportamiento y algunos truquitos para convivir con las llamadas Emociones Tóxicas.

Espacio Abierto Con Inma Ponce

1No controlar nuestras emociones, es lo que hace que muchos de nosotros perdamos el control sobre nuestra vida y nuestro equilibrio interno. La falta de control sobre las emociones personales son una constante en esta vida que hemos decidido vivir deprisa.

Cuando no sabemos controlar nuestras emociones y sentimientos sufrimos muchísimo, pues este descontrol genera resultados negativos en todos los ámbitos de nuestra vida, la primera nuestra salud. La falta de control sobre nuestras emociones hace que no sepamos dominar nuestra ira, celos, enojos, preocupaciones, ansiedad, frustración, ansiedad, rabia extrema, tristeza, etc. Esto y aunque no lo parezca deja huella en nuestro cuerpo, generando enfermedades causadas por esta carga emocional negativa.

Esta es una de las razones por las que los profesionales de la salud: psicólog@s, médic@a,…., etc., insistimos en el control de nuestras emociones, pues los efectos no solo en nuestra salud, sino en nuestras relaciones personales, laborales, etc., son cada vez peores.

No controlar nuestras emociones negativas, en realidad es no conectar con nuestro ser más íntimo que nos proporciona paz y tranquilidad, es por ello que aprender a controlarlas hace que se recupere nuestra esencia más interna y seamos más felices.

De nada vale el echo de que explique los efectos de este descontrol, si no propongo alguna alternativa para que los efectos de estas no tengas esos efectos tan devastadores en nuestra vida. Una de estas alternativas es no luchar con esta negatividad, observa la influencia de esta sobre tu vida; párate a sentar la emoción que estas sintiendo en ese momento: rabia, tristeza, amor, ….; no reacciones con ella, solo observa y siente lo que te produce esa emoción, date permiso para sentirla, una vez que lo tienes empieza a contar del 100 al 1; a medida que vas contando, te das cuenta como estas controlando esa emoción y como la sensación que experimentas con ella también va disminuyendo; sigue contando y sigue sintiendo como controlas esa emoción y como la sensación ya casi llega a o. Cuando llegue a este nivel, haz 5 respiraciones profundas y conecta con tu ser más interno.

Espero que este sencillo ejercicio os lleve al control de vuestras emociones y por ende al control de vuestras vidas.