El otro día me desperté muy ofuscada en un asunto. Necesitaba resolver un problema y para mí no que no habían respuestas suficientes. Sólo cuando llegamos a la conciencia de aturdimiento total hacemos cosas diferentes, casi a la desesperada. En este caso, a las ocho de la mañana de un lunes cogí el coche y empecé a conducir. Lejos.Acabé en el Sur de la isla (total ¿por qué no?), donde el ambiente , cosmopolita y despejado , es bastante diferente a la zona donde generalmente trabajo.
No quiero decir que en cuanto llegué se me encendiera la bombilla como por arte de magia, pero el cambiar de contexto sí que ayuda al menos a tomar nuevas referencias, a abrir la mente y a buscar nuevas formas de ver las cosas . No hay que olvidar que lo que estamos mirando en ese momento , mientras pensamos, mientras caminamos, es algo diferente a lo habitual, además que en las zonas abiertas el cerebro se oxigena mejor . A relativizar la importancia, flexibilizar límites, a relajarnos también.
Al fin y al cabo funcionamos más automáticamente de lo que creemos, nuestra mente aplica continuamente asociaciones. Si en un espacio determinado pensamos, planificamos, funcionamos bajo unos límites , acabamos condicionados por éstos desde que entramos por la puerta: las mismas preocupaciones, las mimas presiones : el tiempo, el dinero, el contar con otros, las normas,…).
En un sitio diferente, con otra luz, otra temperatura, ejerciendo nuestra libertad de estar en el sitio que elegimos en ese momento, quizá nos damos cuenta de que aquello en lo que pensamos no hay necesariamente que hacerlo ahora , se puede hacer de otra manera, o no es tan importante conseguirlo… Luego vuelvo al trabajo con una dirección quizá diferente .
La libertad del momento presente se extiende a lo que estoy creando, a aquello con lo que trabajo, con lo que me permito ser más creativo/a, pierdo el miedo a cambiar los límites.
Algo parecido pasa con las relaciones: ¿creen ustedes que una discusión con alguien de nuestra familia es exactamente igual si tiene lugar donde siempre ( en casa ) que si hablamos de ello en la playa o sentados en un parque? Quizá la atención se dirija hacia cosas diferentes, sin darnos cuenta.
Los espacios físicos nos condicionan más de lo que pensamos : en lo que hacemos, decimos, creamos, .. que al final es lo que forma nuestro carácter. A veces pequeños cambios, de formas más o menos indirectas conducen a cambios más importantes.