No tengo tiempo para eso…» es una frase muy común. Cuando sabemos que hay cosas que hacer  más importantes para nosotros/as. Podríamos preguntarnos: ¿Por qué algo es más importante como para dedicarle tiempo frente a otras tareas? He observado que sacamos el tiempo de donde sea para hacer determinadas cosas porque sabemos si no las hacemos (y si no las hacemos a tiempo) algo desagradable va a pasar… Hacer la declaración de la renta, echar gasolina el coche cuando está a punto de vaciarse el depósito, obtener el certificado de residente para viajar,…working-woman-252186-m
Luego hay otras cosas que nos motivan tanto que buscamos también el tiempo donde sea para hacerlas: quién noy ha dormido dos horas menos por tomar algo con alguien a quien no veías hacía tiempo, o no se ha perdido en la web procastrinando unos cuantos minutos, o esas llamadas de teléfono que esperábamos que durasen 20 minutos menos.
Al final el tiempo del que disponemos es un concepto más relativo de lo que pensamos, se estira y encoge en función de nuestra motivación: extrínseca ( en función de las expectativas que tenemos de castigo o recompensa) o intrínseca ( lo hago porque me gusta hacerlo y punto).
Luego están los hábitos: aquellas tareas o formas de realizar las tareas que no están ahí porque tengan valor o nos gusten, sino que las hemos hecho siempre… Por ejemplo sabemos que hay rutas altenativas para llegar en coche a un sitio rque son más rápidas que las que empleamos rormalmente, pero qué vamos a hacer, nos hemos acostumbrado a hacerlo así. Además, aprenderla ya requiere un tiempo…
Recomiendo revisar todas aquellas cosas que realmente hacemos por hábito: ni porque nos gusten ni porque hay que hacerlas.
En fin: todos tenemos el mismo tiempo, sólo que lo dedicamos a cosas distintas. Revisa a qué dedicas tu tiempo y entenderás a qué le das más importancia en tu vida.

Las técnicas de relajacióny las de meditación son una poderosa herramienta para afrontar estados de ansiedad y nerviosismo que perturban nuestra vida.

Parece que todas las personas ansiosas necesitan aprender a relajarse, pero al igual que ocurre como otros procesos como la hipnosis o la sugestión, no todos estamos preparados de la misma manera para relajarnos.Human_stress

Hay personas incluso que generan una fobia a los ejercicios de  relajación, paradójicamente se sienten más nerviosos/as cuando intentan relajarse.

Aquí tienen mucho que ver las expectativas, la necesidad de alcanzar un rendimiento adecuado o de conseguir el objetivo propuesto.

Es como cuando intentamos quedarnos dormidos, cuanto más nos peleamos con la almohada, más vueltas damos y nos cuesta dormir ; al sueño no hay que buscarlo, ya nos encontrará él cuando estemos en las condiciones adecuadas para recibirlo ( sin tensión).

Si eres de esas personas a las que aunque lo intente no puede relajarse puedes probar con lo siguiente:

  1. No te enfades contigo mismo/a porque no puedas relajarte. Simplemente obsérvate , toma conciencia de tus sensaciones corporales, de cómo está tu cuerpo y trata de descurbir algo en ello (Cuando intento relajarme apreto más los dientes, por ejemplo)
  2. Observa si esta dificultad aparece con frecuencia o si hoy tu organismo no responde a la relajación. En el segundo caso es posible que estés demasiado ansioso/a para concentrarte, así que limítate a mantener la atención en tu respiración.
  3. Antes de comenzar un ejercicio de relajación, haz estiramientos o una actividad física que agote tu energía . De esta manera el cuerpo se relaja y es más fácil que el ritmo del cerebro sea más lento.
  4. Observa qué actividades de forma espontánea te hacen sentir más tranquilo/a, disfrutar : estar en la naturaleza, tomar el sol, escuchar música,… Ésas pueden ser formas de relajarte informalmente. Lo importante es que te sientas bien.
  5. No abuses del café o de estimulantes . Una buena dosis de vitaminas ( frutas cítricas , frutos secos,…) es suficiente para proporcionarte energía sin sobreestimularte.
  6. Intenta prestar atención a actos automatizados como respirar o andar durante el tiempo que puedas, manteniendo en lo posible la mente en blanco. No importa cuánto tiempo dures, lo importante es ser constante. La atención es como un músculo, a medida que se entrena aumenta su capacidad.

Cada persona y cada organismo es distinto. Antes de incorporar un cambio en la vida, es importante conocernos y tomar conciencia reflexivamente de nuestras auténticas necesidades. Relájate. Pero también disfruta .

A veces hasta que no llegamos a un límite no nos damos cuenta de que para ser productivos es tan importante trabajar como descansar.

El descanso pues, es, en sí mismo productivo. Y no sólo el descanso entendido como la acción de dormir, ya hablamos de esto en otra entrada ,sino también el tiempo que dedicamos a cosas que nos hacen sentir bien y que nuestra mente no entiende como «trabajo» en el sentido de que no suponen una exigencia para nosotros de un resultado determinado ( la presión es cero) y que tienen lugar en un espacio totalmente distinto de aquél en el que trabajamos. 90px-Smilie_Kissen

Además de esto, ¿cómo ayudamos a nuestra mente a recuperarse del desgaste diario acumulado?:

  1. Busca imágenes, películas  o espectáculos  que te hagan reír. Los músculos y la respiración se expanden y liberamos endorfinas, que directamente nos hacen sentir bien.
  2. Busca el sol. Te llena de vitamina D , que es fundamental para fortalecer los huesos . También se está relacionando últimamente con el estado de ánimo. No es necesario ir a la playa, basta con un paseo por el parque o sentarte en una terraza. Si es intenso, protégete con cremas o una gorra.
  3. Busca la naturaleza : campo, playa. Liberarnos del ajetreo de las calles y sus sonidos , olores, y sensaciones también los libera del estrés asociado.
  4. Practica regularmente  ejercicio físico , que fortalece tanto el cuerpo como la mente porque elimina el efecto de las hormonas del estrés.
  5. Medita. La meditación formal o informal ayuda a reducir la actividad cerebral por un momento, permitiendo al cerebro recuperarse. Si lo practicas diariametne lo notarás en que te cuesta menos concentrarte y prestar atención.
  6. Busca a más gente. Pasa tiempo con amigos conocidos sólo por compartir momentos juntos, preferentemente sin hablar de problemas o temas que nos generen preocupación o ansiedad.

 

Recuerda que si te dedicas tiempo a ti mismo/a también ayudarás mejor a los demás porque estarás en mejores condiciones. Si empiezas a mejorar la calidad de tu descanso , puedes preguntarles también a ellos/as si han notado algún cambio.

No es fácil mantener la motivación cuando estamos en una carrera de fondo:  una formación profesional  o una  carrera universitaria, buscar empleo, consolidar una empresa,…

Lo más seguro es que nos tropecemos con frecuencia, por falta de experiencia, porque nuestras expectativas no eran tan realistas, por impaciencia,… o por mala suerte ( no todo lo podemos controlar) .Y volver a levantarse cuesta.

A veces hay que mirar más al fondo para recordar porqué seguimos ahí. No se trata de que los árboles no nos dejen ver el bosque, es que también hay que apartar un poco las ramas para que nos llegue la luz .800px-Flickr_cc_runner_wisconsin_u

La motivación significa tener y man-tener un motivo, un objetivo final, una meta. La vida de las personas tiene que estar dirigida a un fin, hacia realizarnos a nosotros/as  o hacia  realizar algo no sólo para nosotros sino sabiendo que también pertenece a los demás. Cuando parece que ya no vale la pena, que no compensa, necesitamos recordarlo y proyectarnos » hacia ese ideal, hacia lo que realmente queremos y sabemos que podemos conseguir o en lo que queremos convertirnos.

Mientras tanto para no morir en el intento:

  1. Cuídate. Estamos trabajando. Todos/as. Necesitamos cargar las pilas. Piensa en lo que bebes, lo que comes, lo que descansas y lo que te hace sentir bien porque de todo eso depende la energía que te hace moverte
  2. Organízate. Pero de la forma más realista y exacta posible. Ten disciplina , establece objetivos intermedios que sepas que puedes cumplir. Comprométete.
  3. Prémiate por tus pequeños logros, ya sea una llamada para una entrevista, un nuevo contacto, un día sin fumar o un examen aprobado. También te lo mereces.
  4. Rodéate de personas que te apoyen, aunque no comprendan muy bien  tu proyecto . Busca también personas en tu situación pero no sólo  para compartir cuánto os cuesta sino para intercambiar  información  y ayudaros mutuamente.
  5. Disfruta del camino. Independientemente de que lo consigas o no, lo trabajado ya es un mérito y un enriquecimiento . Tu aprendizaje  y tu constancia ya merecen reconocimiento. Y estoy segura de que muchas personas de tu alrededor también lo valoran y te admiran por ello. Recuerda que lo justo no es premiar los resultados, sino los esfuerzos.

Y ahora continúa. Con la cabeza alta, con ilusión y con esperanza. Si tienes que detenerte un poco para orientarte mejor y tomar aliento, hazlo, no pasa nada. Pero no te salgas del camino, cada vez estás más cerca.