A veces me da la impresión, no sé a ustedes, de que vivimos en mundo que «vive» por nosotros, de alguna manera hemos llegado a sentirnos terriblemente limitados por nuestras circunstancias y nuestro entorno para vivir como queremos. No hacemos lo que nos apetece porque no hay tiempo, o porque no hay dinero, por mucho que me mueva no hay trabajo,…

Son percepciones que nos conducen al riesgo de dejar de tomar decisiones por nosotros/as mismos/as, por la incapacidad  porque parece que ya las toman por nosotros/as.paraguas

El locus de control es el indicador que mide hasta qué punto pensamos que nuestro destino está en nuestras manos ( interno) o en las de otras personas, entidades, organismos ,el azar … o cualquier cosa que esté fuera de nosotros ( externo ) ; qué puedo hacer y hasta dónde puedo llegar para cambiar las cosas.

En el  medio actual es fácil sentir que perdemos ese control, porque cambia muy deprisa, porque es cada vez más complejo y más diversificado.

En mi opinión la solución no está en pensar que TODO depende de nosotros, de nuestra actitud , y de la cara que le plantemos a la vida. Pero sí me parece más útil sin dejar de ser realistas el aprender a diferenciar qué parte de mi realidad depende de mi y qué parte no. Más que nada para luego pensar qué puedo hacer yo ( locus de control interno) para cambiar la situación o para sentirme mejor ( habría que ver también si tengo claro lo que quiero conseguir) y qué parte tengo que aceptar como algo que probablemente no cambiará , sobretodo para no seguir chocándome contra un muro y distribuir mejor mi energía.

Por ejemplo no puedo hacer nada si llueve fuera, y a mi no me gusta pasear con lluvia, pero puedo buscar un recurso como un paraguas para no mojarme . O adelantar para hoy la limpieza y salir otro día a la calle que sí haga buen tiempo.

A veces da miedo asumir esa parte la responsabilidad de lo que nos ocurre, que siempre, créanme , la hay , pero a la larga ayuda a encauzar el cambio y a valorar nuestras propias capacidades.

 

 

Como algunas partes del cuerpo, hay emociones que no nos gusta mostrar públicamente porque sabemos que están mal vistas . Sin embargo por ello no dejan de estar ahí y de ejercer su función.

Ahí está la envidia: cuando criticamos con fervor a alguien , muchas veces nos encontramos ante un reflejo de lo que nos gustaría ser o tener y ( creemos)  que no hemos alcanzado. Sentimos que si las cosas le salieran mal a esa persona , en el fondo nos alegraríamos un poquito porque  sentiríamos menos inferiores, nuestras carencias son ahora las que pasarían a un segundo plano.envidia

¿Por qué  a pesar de que otros  se dan cuenta a nosotros/as  mismos/as nos cuesta tanto reconocer que sentimos envidia ( y no vale lo de la envidia «sana», que al final es lo mismo)? ¿Lo tenemos asociado a actitudes patéticas o a malas personas? Hemos aprendido tan  bien lo que debemos sentir y no lo que no que ya ni ante nosotros/as mismos/as reconocemos nuestros propios sentimientos.

Personalmente me parece  curioso que mientras la sociedad actual nos conduce a competir y por tanto a compararnos y a medir nuestra valía en relación a la que vemos en  los demás,   por otro lado los valores morales de esa misma sociedad nos empujan a rechazar  estos sentimientos : porque está mal, porque no debemos sentir la envidia cochina, sucia, perversa.

Al final,la envidia, como las demás emociones ( la vergüenza, el deseo, la ira, …)  no son buenas ni malas, ninguna. Realmente son pilotos, señales de algo: de nuestras inseguridades, complejos, miedos o necesidades , que todos/as las tenemos. Podemos aprender de ellas y utilizarlas a nuestro favor, para mejorar y para conocernos mejor . Pero ante todo nos conviene  reconocerlas y aceptarlas , ante nosotros y ante los demás, sin miedo a que nos juzguen o a juzgarnos nosotros mismos/as.

 

 

Hoy se me ha ocurrido proponer el humor como alternativa de vida. Por qué el humor?

  • Si estamos riendo, de buen humor no podemos estar enfadados ni preocupados ni quejándonos, pues el cerebro no permite tener dos estados emocionales totalmente contradictorios (y si no, prueben a pensar en algo doloroso y sonreír a la par).
  • Cuando nos reímos soltamos una serie de endorfinas que hacen que nos alejemos de los estados de ansiedad y estrés permanente.
  • Por tanto, esa situación emocional de estress se desbloquea y nos ayuda a sentirnos mejor y a encontrar soluciones a aquello que nos pasa.
  • Por último, si nos fijamos, las personas que suelen tener el sentido del humor como filosofía de vida, suelen estar rodeados de personas, relaciones más estables……………, parece que la vida no les afecta; actitud o ley de la atracción?

Por eso, hoy propongo una serie de herramientas, que nos van a ayudar en ese empeño del ser humano, empeño que se ha convertido en arte: amargarnos la vida.

  1. La ley de Murphy. Todo lo que puede salir mal, saldrá mal. Todo lo que puede salir mal, saldrá mal; recordemos que la tostada siempre cae por el lado de la mermelada y que en el momento más oportuno se nos cae el café encima.
  2. Doctorado en quejas: no solo nos graduamos en la Universidad de la queja, sino que además nos doctoramos honoris causa Nos quejamos por todo: el trabajo, los hij@s, el cuerpo,….
  3. Créate problemas: ¿Qué ya tienes bastantes con los tuyos?. No son suficientes, asume como tuyos los de los demás. Llena tu vida de complicaciones reales o ficticias y procura dar mucha importancia a los pequeños sucesos negativos, exagéralos.
  4. Tú tienes la razón: olvida lo que te digan los psicólogos, incluso cuando te pueda aportar algo positivo. Tus planteamientos y tu forma de ver la vida es la adecuada. Piensa que todo es blanco o negro (no existe la escala de grises) y que sólo existe una verdad absoluta: la tuya. Cuando filtras la realidad y te quedas sí con lo negativo, es porque así son las cosas. Y cuando lee el pensamiento de los demás, es porque tú tienes esa habilidad.
  5. Viva la obsesión: elige algo que se te haya quedado marcado, y repítelo en tu mente una y otra vez (llévatelo contigo a la cama y dale vueltas pensando y penando en ello) hasta que sólo vivas para pensar en eso.
  6. Idealiza el pasado: el pasado se puede convertir en una fuente de amargura, porque, como todo el mundo sabe, ¡cualquier tiempo pasado fue mejor! ¿Cómo se consigue esto? Una forma puede ser mirando el pasado a través de un filtro que sólo deje pasar lo bello y lo bueno y te haga llorar amargamente por todo lo que has perdido. Este ejercicio tienen la ventaja de que no deja tiempo para ocuparse del presente, para vivirlo y disfrutarlo que es de lo que se trata.
  7. Aplaza el disfrute para el futuro: aplaza los placeres y la alegría para el futuro. Por supuesto, hasta ese momento no deberías disfrutar en absoluto. Confórmate con lo malo conocido y no pruebes lo bueno por conocer. Siempre puedes encontrar una excusa para no vivir el presente y posponer el disfrute de la vida.
  8. Piensa continuamente en lo peor que te puede pasar. Tortúrate pensando en todo lo malo que te podría ocurrir dentro de unos años. Así estarás preparado para cuando legue la desgracia a tu vida, porque conviene que las adversidades no nos pillen desprevenidos. No olvides que el mundo está muy mal, y la vida está muy mal, muy mal.
  9. Compárate siempre con los demás. Esta es una forma muy efectiva de conseguir la infelicidad. Así que concéntrate en lo que crees que los demás tienen, en lugar de hacerlo en lo que tú posees, te mantendrá en permanente estado de frustración. Este ejercicio te impedirá disfrutar de lo que ya posees.
  10. No te quieras, no te aceptes y nunca te perdones. Nada de quererte y aceptarte, es más, piensa que si alguien te quiere y te admira ¡no debe estar en sus cabales!. Y si ya es difícil perdonar a los demás, perdonarse a uno mismo es mucho más complicado, así que no te esfuerces en conseguirlo. Piensa que tú eres el único responsable de que te ocurre, y jamás creas que hay situaciones que escapan a tu control.
  11. La vida es algo muy serio; evita reírte: la vida no es asunto de risa ¿tienes alguna buena razón para reírte? Si empiezas a reírte, considera por ejemplo tu situación económica actual ¿la encuentras graciosa?, ¿es motivo de risa?, o todavía mejor, considera tu vida sexual ¿te parece graciosa?, ¿es motivo de risa? Posiblemente No. Entonces, ¿por qué reírte? Reírse sin ninguna razón es un acto irresponsable y frívolo. Puede ser un signo de pérdida de control, de poca capacidad intelectual e incluso, de locura. Si su finalidad es la de amargarte la vida, no hay espacio posible para la risa.
Si quieres amargarte la vida, sigue al pie de la letra estas recomendaciones

Hace poco veía un corto de Pixar que se llama For The Birds  ( Sobre los pájaros, creo). Lo recomiendo a todos, porque es muy simpático y sobre todo porque ilustra perfectamente cómo nos revolvemos de forma más o menos consciente cuando aparece un recién llegado al grupo. Las familias, los equipos de trabajo, los grupos de clase,.. son sistemas formados por elementos relacionados. Y como tales, cualquier cambio como restar o añadir uno de ellos afecta al conjunto.frigate2

Ante la incorporación de una nueva persona se mezclan varias emociones generalmente : puede ser algo estimulante o que nos «obligue» a mostrar lo mejor de nosotros/as  mismos/as, puede implicar un recelo o miedo a que cambien relaciones dentro del grupo, a la competitividad o al conflicto porque no sabemos cómo es esa persona. Generalmente nunca nos deja indiferente.

Podemos quedarnos en los riesgos para el funcionamiento del grupo o fijarnos en qué puede mejorarlo, qué podemos aprender y qué le podemos enseñar a esa persona. Siempre hay un proceso previo de ajuste y no siempre es fácil pero al final todos los cambios se asientan.

Para que esa incorporación sea realmente una integración en el grupo me he dado cuenta de que son importantes cuatro claves:

  •  Autenticidad: Ser nosotros/as mismos/as. No te esfuerces por quedar bien porque de todos al final todos nos iremos conociendo 😉
  • Empatía : A veces hay que ponerse un poquito en la  piel de la persona que llega,y quiere encajar, recuerda que  no es fácil…
  • Asertividad: Mejor marcar límites y dejar las cosas claras desde un principio, forma parte del proceso de ajuste. Eso sí, cuidado con la forma.
  • Humor: Nada relaja mejor el ambiente. Un poco de humor , en el momento de adecuado y de forma espontánea , derriba los muros más sólidos.
Piensa que los grupos tienen que crecer, evolucionar, para enriquecerse y adaptarse. En la mezcla está la riqueza y en la variedad, el gusto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ayer estaba con el coche en el centro de la ciudad .En una calle con un semáforo  o que dura en rojo más tiempo del habitual y en el que se concentra mucho tráfico . Todos estábamos pendientes del semáforo, como por si mirarlo más fuese a darse más prisa por cambiar de luz…

El ambiente se notaba tenso, hastiado. Probablemente muchas personas tenían prisa , o no. El caso es que no querían seguir allí, perdiendo el tiempo, sin nada que hacer. Y pasando calor.8882222678_679283d577_z

Yo también deseaba poder avanzar pronto, hasta que me dio por mirar por el espejo interior. Podía ver el rostro de la persona que conducía el coche de atrás.

Era un hombre de unos cuarenta años. No creo que se diera cuenta de que le observaba. Parecía morderse las uñas. Habia girado la cabeza hacia un lado y miraba hacia abajo. Al principio me parecía impaciente. Luego pensativo y algo triste. Tenía la frente arrugada y de repente respiró honda y lentamente .Quizá estaba preocupado por algo o se sentía cansado. El coche que llevaba era una furgoneta, posiblemente la usaba para su trabajo. Quizá se trataba de un trabajador autónomo que repasaba mentalmente los encargos que llevaba ese mes y temía cómo llegar al siguiente. O esa mañana había discutido con su pareja y no sabía como retomar las cosas … Luego miré a las personas que estaban en los coches de al lado, muy discretamente claro, sus caras, lo que hacían.

 

El caso es que el semáforo cambió y me di cuenta que yo en esos minutos me di cuenta de tres cosas:

1) Había olvidado de mi propia impaciencia . Parece que cuando en un momento de estrés o incertidumbre levantamos la vista alrededor y observamos lo que está ocurriendo en ese mismo momento ahí fuera la importancia que le damos a las cosas cambia.

2) Están pasando más cosas al mismo tiempo que lo que nos pasa a nosotros/as . La prueba de que nunca estamos solos/as ni el nuestro es el único problema.

3) Se puede aprovechar siempre el tiempo : como una mujer que sacó de su bolso un neceser y empezó a  limarse las uñas mientras esperaba . Aunque sea por imitación, de repente vemos algo que también nosotros podemos hacer para afrontar la situación, o que nos puede dar una idea.

 

Realmente la atención es algo muy flexible, podemos cambiar el «foco» cuando queramos, no siempre buscando algo en concreto, podemos dejar que la vida nos sorprenda.