Me he dado cuenta de que las personas podemos ser enormemente contradictorias. Podemos pensar una cosa, luego hacer otra y sentir otra totalmente diferente. Sin perturbarnos. Y ¿cómo se apaña nuestro cerebro para quedarnos tan tranquilos?
Hay muchas personas que fuman. A su vez saben que fumar es perjudicial para la salud. Pero ellos quieren estar sanos , hay una contradicción evidente … ¿Cómo resolver esta discrepancia? Tenemos tres opciones:
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Dejar de fumar
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Reconocer que no nos importa tanto nuestra salud.
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Relativizar el hecho de que fumar perjudica la salud , añadiendo una nueva información. Por ejemplo: “mi vecino fuma y ya ha cumplido los 90 años “ o “ de algo hay que morir “,…etc
Esto lo explica la teoría psicológica de la disonancia congnitiva, pero eso es lo de menos. El caso es que nos engañamos continuamente. Si no nos gusta dar explicaciones a los demás, menos a nosotros/as mismos/as.
Hacemos huecos a las contradicciones entre nuestras creencias, nuestra vida y nuestro comportamiento. Aunque unas duelen más que otras; cuando la vida que llevas no es coherente con los valores que has aprendido, o cuando necesitas hacer cosas diferentes a las que sientes. Cuando las piezas no encajan y a fuerza del roce hacen sangre. Entonces alguno de las partes incompatibles tendrá que cambiar.
De resto, esto es lo que hay 😛
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