Cuando el estado de ánimo se deteriora, tendemos a quedarnos quietos, indefensos. Tanto física como mentalmente. No hay ganas de moverse, porque no hay ganas de nada. Y el sofá o la cama nos acogen.

Es lo normal, es la fuerza de la apatía. Y cuando más nos mantenemos en la estaticidad, menos se mueve también el cerebro para generar serotonina, la hormona que nos ayuda a sentirnos bien. Es lógico, porque el dice: «Si tú no te mueves, por qué voy a hacerlo yo?»

Lo que pasa es que, paradójicamente, la única manera de vencer a la apatía, sin recurrir a cambiar directamente la química cerebral, es moverse. El movimiento genera más movimiento, piensa en una rueda: una vez la empujas suavemente, sigue girando por inercia.

No hace falta pasar de 0 a 100,  basta con un primer paseo, durante el tiempo que puedas . Piensa en cuál es el mínimo esfuerzo que puedes hacer. Y hazlo, hazlo ya.

Y al día siguiente, si te animas , prueba a caminar un poco más deprisa. Puede que en unos días sientas ganas de correr. O no, pero que el ritmo se mantenga.

Hay quien busca un propósito para ese paseo: por ejemplo , ir a comprar a la farmacia. Y ya puestos buscamos aquella que esté más lejos , pero que podemos ir caminando. Tenemos que obligarnos y comprometernos a nosotros mismos para mantener un hábito, y de eso se trata la disciplina.

Mejor si al menos parte del camino es junto al mar ( piensa en las avenidas marítimas ) o atravesamos algún parque o una zona de campo o naturaleza Está demostrado que caminar por la naturaleza te ayuda aún más a  sentirte mejor.

Y en ese momento en el que inicias el movimiento(da igual que sea lento, si es constante), es cuando se empieza a mover un poquito más el mundo para ti. Y aparecen las posibles opciones, soluciones, planes, proyectos para la vida. Aunque sea en esbozos, poca cosa. Pero existen para ti y puedes verlos.

Y poquito a poco, aparece de nuevo la confianza, y el agradecimiento. Porque hay un tiempo, un futuro por delante que es tuyo, y que , en parte, puede ser como tú quieras.

Y porque al final la vida es puro movimiento.

 

 

 

 

Como me estoy cansando de hacer listas cada año de nuevos y buenos propósitos , este año voy a hacer algo diferente, a ver qué pasa : una lista de cosas que NO pienso hacer este año.listano

Algunos dicen que hay que eliminar la palabra NO de nuestro vocabulario, que el NO limita, especialmente a los niños, pero pienso que a veces precisamente hay que limitar lo que no nos beneficia o más bien nos perjudica.

Voy a compartir con ustedes algunos no propósitos , puede que se identifiquen con alguno de ellos:

  • NO  voy a mover el coche durante los días previos al día de Reyes 🙁
  • NO voy a dejar el móvil encendido por las noches
  • NO voy a trabajar los fines de semana
  • NO me cortaré el pelo en los próximos meses
  • se acabó comer dulces por las noches,…

Como se imaginarán, cuando dejamos de hacer algo que de alguna manera cumple una función ( como usar el coche) , o se ha convertido en un hábito, ( como comer dulces por las noches ), tenemos que buscar una conducta alternativa, y adaptarla a nuestro estilo de vida , que puede ser usar el transporte público , para lo cual hay que planificarse según horarios. Y en el caso de comer dulces, habrá que tener a mano frutas que también sean sabrosas o algo similar.

Pero no se confundan : esto último NO es añadir un elemento nuevo, sino que es imprescindible sacar otro previamente que no funciona y sustituirlo. Así es como el sistema funciona 😛

En fin, que tengan una feliz noche de Reyes y muchos regalos , y que puedan no cumplir muchos propósitos para este año 🙂