Tengo un amigo que ha intentado como tres veces dejar de fumar. Está muy motivado y  concienciado de lo que perjudica  su salud y los de su alrededor  y realmente está empezando a tener problemas de salud relacionados con el tabaco, pero siempre recae. Le frustra mucho y siente que nunca va a conseguirlo.

¿Por qué si la gente está tan motivada a cambiar les cuesta tanto hacerlo?¿No dicen que hace más el quiere que el que puede? Quizá no saben cómo o sus expectativas sobre cómo iba a cambiar sus vidas no se corresponden con lo que realmente llega después.

Pensar de forma realista en los obstáculos que me voy a encontrar y en cómo afrontarlos me ayuda a aumentar mi sensación de cigarette-296713_640 (1)control sobre la situación .Realmente no puedo tener el control absoluto, pero me siento con control, y eso es lo que importa para seguir adelante con el cambio.

Para identificar los posibles obstáculos necesitamos :

  1. Conocer el entorno y conocernos  a nosotros/as  mismos/as. Por ejemplo si quiero dejar de fumar, me conviene revisar cuál es la carga de estrés que preveo en los próximos meses, tanto laboral como personal, para saber si ahora es un buen momento para empezar o si me va a costar más de lo que yo  esperaba .Por otro lado, si me conozco lo suficiente y conozco mis necesidades sabré si utilizo el hábito de fumar para aliviar el estrés o si no fumamos más en condiciones de estrés sino que fundamentalmente nos ayuda a  relacionarnos los fines de semana.
  2. Buscar una estrategia alternativa  o un recurso distinto para satisfacer nuestras  necesidades , un «plan B». Si reconozco que fumo más cuando estoy bajo presión , iré entrenando una forma alternativa de relajarme incluso antes de empezar a abandonar el hábito . Es importante que esta conducta alternativa se  pueda realizar en las mismas circunstancias que fumar (sin salir del lugar de trabajo o sin necesitar a otras personas ) como  apretar una pelota , ver un video gracioso en internet  o aplicarnos un automasaje : es bueno probar  planes B,C,D,E … hasta quedarnos con el que nos funciona.

 Lo mismo podemos podemos aplicar  a otros cambios que afrontamos en la vida , como pasar de trabajador/a por cuenta ajena  a autónomos/as . Aquí por ejemplo podemos preveer dificultades económicas, organizativas , falta de tiempo, … por lo que puedo ir pensando en  una fuente complementaria de ingresos, personas con las que pueda compartir tareas,etc.

Por lo demás , el hueco que queda entre nuestro plan de acción y lo que realmente ocurre con sus resultados se «rellena» con confianza : en nuestra capacidad para tomar decisiones , para generar nuevos caminos y para aceptar los imprevistos.

Pasos lentos pero seguros para cambios que aunque pequeños, sean estables.

Hace poco me hablaban del caso de una chica que estaba muy preocupada porque pensaba que la iban a despedir de su trabajo. Había interpretado  varios gestos y sucesos de jefes y compañeros/as como señales de lo que iba a ocurrir.

El primer impulso para los que escuchábamos era pensar en lo exagerado de la idea y en formas de ayudarle a esta chica a comprender que muy probablemente no era eso lo que iba a ocurrir, que se estuviese tranquila.

Sin embargo alguien preguntó: «¿y si es verdad que la quieren despedir? ¿cómo podemos estar seguros de que no es real su miedo…?»adddd

Realmente, no podemos convencernos a nosotros/as  mismos/as de nada opuesto a lo que creemos. Por mucho que yo me repita que todo está bien, que no va a  pasar nada, que no existen amenazas a mi alrededor, en el fondo no puedo saberlo con seguridad y puede estar justificada mi alarma. Pero sí conozco mis propios recursos y sé que por mala que se la situación podré afrontarla, hacerlo bien, y que el que esté nerviosa/o  no impedirá que alcance mis objetivos, soy capaz de controlarme . Y en el peor de los casos, si pierdo mi trabajo seré capaz de encontrar otro (incluso mejor).

Nos dicen mucho que nos hablemos y pensemos siempre en positivo, yo prefiero los mensajes positivos y que además realmente me creo.

En todo caso podemos preguntarle  a la  persona preocupada de antes si cree que esos gestos, acontecimientos, o miradas o pueden deberse a otro motivo que no sea el de querer despedirla, si su jefa ha podido tener un mal día o está enfadada por asuntos que nada tienen que ver con ella. La ansiedad se reduce cuando podemos admitir que quizá hayan otras explicaciones, que mi certeza igual no es tan correcta como yo creo y entonces mi forma de interpretar lo que pasa a mi alrededor se vuelve más flexible, más abierta . Pero sólo en forma de posibilidades lógicas.

La realidad es que podemos controlar nuestra ansiedad tanto como podemos controlar lo que ocurre a nuestro alrededor: con limitaciones.

La diferencia entre ser feliz o no conviviendo con la ansiedad es cuantitativa.  A partir de un nivel de intensidad puede impedirnos llevar una vida satisfactoria, pero si aprendemos a manejarla podemos vivir (no sólo sobrevivir) a pesar de ella.

A veces cuando no estamos seguros de si hemos tomado una buena decisión nos sentimos : ansiosos, inseguros, preocupados,… Es difícil saber si hemos tomado la decisión correcta, por lo que el malestar no viene de que sea realmente una buena decisión , sino de hasta qué punto estoy convencido/a yo de esa decisión , de cuánto he valorado las consecuencias que puede y de si es realmente lo que yo quiero hacer. Sin embargo cuando tomo una decisión autónoma (sin necesidad de contar con
starting-the-car-1194812-m nadie) y responsable (sabiendo las consecuencias que podemos esperar) siento que lo tengo todo más atado, más bajo control.

Nos pasamos la vida tomando decisiones, a diario, unas más y otras menos importantes, pero todos son actos que dependen de nosotros/as.

Hay que tener en cuenta que a veces, sobre todo cuando se trata de hacer o no algo que nos piden, no necesitamos dar una respuesta inmediatamente, es decir , podemos retrasar un poco ese momento para reflexionar y llevar a cabo nuestro plan de toma de decisiones. También es importante reflexionar y pensar sobre nuestra decisión en un momento de tranquilidad, evitar tomar decisiones si estamos muy alterados, enfadados o asustados. Mejor antes dedicar un rato o unos días a calmarnos.

Pero ¿Cómo se toma una decisión autónoma y responsable?

En sencillos pasos cómo se toma una decisión con seguridad , de forma autónoma y responsable:

1. Definir el problema. Con este paso hay que procurar responder a la pregunta de ¿Qué es lo que  deseo conseguir en esa situación? Pongamos que se me ha roto el coche: ¿mi objetivo es conseguir otro coche o es  desplazarme para ir a trabajar? En función de cuál de estos dos considere mi objetivo plantearé diferentes alternativas para resolverlo: Si mi objetivo es poder llegar al trabajo, puedo plantearme opciones como usar la guagua o pedirle a alguien que me lleve, pero si lo que quiero es un nuevo coche descartamos lo anterior.

2. Buscar alternativas . Pongamos que yo lo que necesito es llegar al trabajo, entonces puedo (hacemos una lista):

– Alquilar un coche

– Pedirlo prestado

– Encontrar a alguien , un compañero o un conocido que me lleve

– Comprar un coche nuevo…

3 .- Ahora tenemos que evaluar cada opción, para esto conviene recoger toda la información que podamos: precio del alquiler, tiempo que voy a estar sin coche, gravedad de la avería, disponibilidad de otras personas para ayudarme,… Buscamos ventajas e inconvenientes (posibles consecuencias negativas) para cada opción. Podemos ayudarnos de las matemáticas si estamos un poco confusos/as: A cada opción le damos una puntuación positiva (0-10) por sus ventajas y otra negativa (0-10) por inconvenientes. Por ejemplo, alquilar un coche está bien porque es una solución rápida, sencilla (puntúa 7) pero es muy caro , del 1 al 10 un 9 de caro. Como 9 es mayor que 7, rechazamos la opción. Y así sucesivamente.

La opción de un ir con un compañero hace que tengamos que adaptar nuestros horarios a él/ella (5 en nivel de importancia) pero es muy económico y más rápido que el transporte público ( 8 ). Esta opción puede ser una de las finalistas .

También hay que mirar las consecuencias a largo plazo: si me compro ya un coche nuevo eliminaría casi la posibilidad de nuevas averías . En las relaciones personales: si decido no decirle a un amigo algo que no me gusta él o ella haga, ahora puede ser algo desagradable pero más adelante me voy a sentir más a gusto porque le doy la oportunidad a esa persona de corregir su comportamiento.

4.- Elegir la mejor alternativa posible. Cuando hemos descartado las opciones menos útiles y nos hemos quedado con varias buenas opciones, restamos la puntuación de los inconvenientes a de las ventajas en cada opción, y la opción que quede con un valor más alta es la solución elegida a nuestro problema.

5. Por último ponemos en marcha la solución y comprobamos si nos da el resultado que necesitamos. Si no es así, aprovecharemos la experiencia para evaluar de otra forma las opciones o inlcuir nuevas soluciones. Como pueden ver, este sistema nos vale tanto para decidir qué hago hoy de comer como para elegir unos estudios, seguir o no con una relación, montar una empresa,etc…

 

A medida que sentimos que actuamos de forma más reflexiva, con más seguridad, sentimos que tenemos más control sobre lo que pasa a nuestro alrededor, menos miedo, porque sabemos que nosotros/as  elegimos lo  que sucede.

… Al final somos energía, de ésa que desprende calor, que nos  mueve para hacer, sentir cosas y crear cosas y que se comunica de una fuente a otra.

Al margen de nuestra energía pueda cambiar de positiva a negativa o algo así, pienso que como organismos nos cargamos y descargamos de energía vital. Como las baterías de los móviles o del portátil, vamos.

www.flickr.com

www.flickr.com

Tomamos energía de elementos físicos, como el alimento, el agua, el oxígeno. Pero también hay otras cosas en nuestro entorno que pueden hacer que sintamos que ganamos o perdemos esa energía vital. Perdemos energía no sólo cuando estamos cansados física o mentalmente, ni tampoco la ganamos siempre por descansar. Estamos perdiendo energía cuando nos falta motivación o fuerzas para continuar o para empezar algo nuevo debido al cansancio emocional acumulado.

Creo que es un ejercicio muy sano observar en el día por dónde perdemos energía y cómo la recargamos , porque también nos diferenciamos en eso : no todas las personas descargan y cargan su batería de la misma forma. En cualquier caso aquí van algunos agujeros habituales por los que se nos puede colar la energía:

  •  Conflictos con otras personas: compañeros/as o jefes/as , familia, pareja,… La energía se nos va simplemente en odiarlos, en sentir lo injustos/as que son, en  intentar cambiarles,..
  •  Preocupaciones recurrentes : lo que puede pasar (o no) . Independientemente de que hagamos algo al respecto.
  •  Los imprevistos continuos y reaccionar ante ellos de forma intensa (preocupándonos mucho).

¿Qué tienen en común todas estas situaciones?  Igual ya lo han deducido: no es lo mismo invertir energía y conseguir un resultado, que en ese caso la energía se vuelve a recargar en forma de satisfacción, que gastarla en lo inútil, porque entonces sí que la perdemos, la derrochamos.

Por otro lado, ¿qué puede cargarnos de energía?

  • Sentir el sol. En la piel, en la cara  en el cuerpo.
  • Hacer cosas que nos hagan sentir bien.
  • Compartir tiempo con personas con las que nos sentimos bien.
  • Comportarnos de forma coherente con lo que pensamos y sentimos.

Generalmente andamos tan ocupados/as que no nos damos cuenta de por dónde va nuestra  reserva  de energía, hasta que está punto de vaciarse del todo, y claro entonces cuesta más llenarla hasta un nivel suficiente como para seguir avanzando. Vigila y renueva tu energía, tú sabes cuándo lo necesitas.

 

Ayer se celebró el primer día Mundial del Cerebro. Me llama la atención que fuera el primero, siendo lo revelante que es este órgano en nuestras vidas y existiendo ya un Dia Mundial del Corazón y del Pulmón ( bueno más bien de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva).brain-in-hand-717339-m

Creo que aún hoy en día por algún motivo nos cuesta ver al cerebro como un órgano, aún con el continuo desarrollo de las neurociencias. Aunque  los factores psicosociales siempre están presentes influyendo en su funcionamiento, el cerebro es un órgano que se alimenta, se desarrolla y también se enferma, dando como resultado un comportamiento alterado.

Al igual que nos duele una pierna y por eso no  la podemos mover bien, dentro del cerebro se genera un dolor, a veces un dolor emocional que hace que no podamos levantarnos de la cama. El cerebro también puede enfermarse, y entonces puede hacer falta un medicamento , igual que con la pierna, para que el dolor no te impida hacer tu vida normal, además de cambiar hábitos y estilos de vida como parte del tratamiento.

Hay que cuidar el cerebro, también porque puede determinar lo que ocurre con otros órganos: ¿qué pasa si yo decido fumar o no? ¿y si decido dejar de comer? ¿Cómo terminarán mis pulmones, mi estómago, mis órganos? Las decisiones dependen de expectativas, emociones, creencias,… que al final están determinadas en gran parte por recuerdos y sensaciones que están grabadas en nuestro cerebro.

Además, en la medida en que cuidamos nuestros órganos prevenimos que aparezcan los problemas. La dieta, el descanso, el ejercicio físico y la posible contaminación externa afectan al funcionamiento y al desarrollo del cerebro igual que ocurre con los demás órganos. Por su parte el cerebro va a requerir cuidados específicos como proporcionarle de vez en cuando emociones positivas e interacción con otras personas.

Y de la misma manera que entreno mis músculos para que se mantengan ágiles, flexibles y resistentes, también puedo entrenar mi cerebro para generar mejores respuestas, aprendiendo cosas nuevas (un idioma, una receta de cocina, un deporte,…) pidiéndole un poco más para resolver problemas, calcular, imaginar o relacionar conceptos.

Me quedo con el lema del Día Mundial del Cerebro 2014 : «Nuestro Cerebro, Nuestro Futuro» Más teniendo en cuenta que en la sociedad productiva el trabajo es cada vez más mental, utilizamos más el cerebro y menos las manos, así por la cuenta que nos trae, cuidemos nuestro cerebro como nos gustaría que él nos cuidara a nosotros.

 

 

 

Hace poco hablaba con un amigo sobre cuáles son las mejores formas de demostrar y compartir afecto con los demás. Me decía que transmitimos verdadero afecto cuando somos capaces de entregar toda nuestra atención en un momento determinado a la otra persona. Algo aparentemente tan sencillo pero que cuando nos ponemos es más complicado. No sólo por los distractores externos ( móviles, wasap, ruidos, interrupciones,..) sino también por todo lo que está ocurriendo en nuestra cabeza, aquellas preocupaciones, tareas que tenemos pendientes o pensamientos que aparecen sin que sepamos por qué.800px-Conversation_at_Wikimania_2010_1

Sin embargo intenten recordar cómo se sienten ustedes cuando alguien les escucha con plena  atención, y responde como si no existiera nada más en ese momento, estando presente, aquí y contigo.  Como dice Thich Nhat Hanh, al hablar de El  Verdadero Amor » cuando amas a alguien quieres hacerle feliz(. ..)quizás le compremos  algo, le cocinemos  algo sabroso, o le escribamos un poema .. pero la cosa más preciosa que puedes  regalarle  a la persona que amas no es algo que puedas comprar con dinero,  es tu verdadera presencia (…)¿Cómo puedes amar si no estás ahí?»

Pero no podemos estar con los demás si no sabemos estar con nosotros mismos, en conexión con lo que sentimos, con lo que nos ocurre, con nuestra propia respiración. Y es cuestión de entrenamiento, de cambiar hábitos mentales y reeducar nuestro cerebro.

Intenta centrarte en cada cosa que haces ( reduce la atención «multitarea»), disfruta plenamente de cada sorbo o bocado, concéntrate de vez en cuando en cómo respiras,y «chequea» de vez en cuando  qué sentimientos predominan en ti y qué quieres hacer con ellos.

De dentro hacia fuera y de fuera hacia dentro: cuando consigues estar más presente no sólo lo notas tú. De la misma forma que cuando cambia tu relación contigo mismo/a también cambia tu relación con los demás.

 

 

Las técnicas de relajacióny las de meditación son una poderosa herramienta para afrontar estados de ansiedad y nerviosismo que perturban nuestra vida.

Parece que todas las personas ansiosas necesitan aprender a relajarse, pero al igual que ocurre como otros procesos como la hipnosis o la sugestión, no todos estamos preparados de la misma manera para relajarnos.Human_stress

Hay personas incluso que generan una fobia a los ejercicios de  relajación, paradójicamente se sienten más nerviosos/as cuando intentan relajarse.

Aquí tienen mucho que ver las expectativas, la necesidad de alcanzar un rendimiento adecuado o de conseguir el objetivo propuesto.

Es como cuando intentamos quedarnos dormidos, cuanto más nos peleamos con la almohada, más vueltas damos y nos cuesta dormir ; al sueño no hay que buscarlo, ya nos encontrará él cuando estemos en las condiciones adecuadas para recibirlo ( sin tensión).

Si eres de esas personas a las que aunque lo intente no puede relajarse puedes probar con lo siguiente:

  1. No te enfades contigo mismo/a porque no puedas relajarte. Simplemente obsérvate , toma conciencia de tus sensaciones corporales, de cómo está tu cuerpo y trata de descurbir algo en ello (Cuando intento relajarme apreto más los dientes, por ejemplo)
  2. Observa si esta dificultad aparece con frecuencia o si hoy tu organismo no responde a la relajación. En el segundo caso es posible que estés demasiado ansioso/a para concentrarte, así que limítate a mantener la atención en tu respiración.
  3. Antes de comenzar un ejercicio de relajación, haz estiramientos o una actividad física que agote tu energía . De esta manera el cuerpo se relaja y es más fácil que el ritmo del cerebro sea más lento.
  4. Observa qué actividades de forma espontánea te hacen sentir más tranquilo/a, disfrutar : estar en la naturaleza, tomar el sol, escuchar música,… Ésas pueden ser formas de relajarte informalmente. Lo importante es que te sientas bien.
  5. No abuses del café o de estimulantes . Una buena dosis de vitaminas ( frutas cítricas , frutos secos,…) es suficiente para proporcionarte energía sin sobreestimularte.
  6. Intenta prestar atención a actos automatizados como respirar o andar durante el tiempo que puedas, manteniendo en lo posible la mente en blanco. No importa cuánto tiempo dures, lo importante es ser constante. La atención es como un músculo, a medida que se entrena aumenta su capacidad.

Cada persona y cada organismo es distinto. Antes de incorporar un cambio en la vida, es importante conocernos y tomar conciencia reflexivamente de nuestras auténticas necesidades. Relájate. Pero también disfruta .

A veces hasta que no llegamos a un límite no nos damos cuenta de que para ser productivos es tan importante trabajar como descansar.

El descanso pues, es, en sí mismo productivo. Y no sólo el descanso entendido como la acción de dormir, ya hablamos de esto en otra entrada ,sino también el tiempo que dedicamos a cosas que nos hacen sentir bien y que nuestra mente no entiende como «trabajo» en el sentido de que no suponen una exigencia para nosotros de un resultado determinado ( la presión es cero) y que tienen lugar en un espacio totalmente distinto de aquél en el que trabajamos. 90px-Smilie_Kissen

Además de esto, ¿cómo ayudamos a nuestra mente a recuperarse del desgaste diario acumulado?:

  1. Busca imágenes, películas  o espectáculos  que te hagan reír. Los músculos y la respiración se expanden y liberamos endorfinas, que directamente nos hacen sentir bien.
  2. Busca el sol. Te llena de vitamina D , que es fundamental para fortalecer los huesos . También se está relacionando últimamente con el estado de ánimo. No es necesario ir a la playa, basta con un paseo por el parque o sentarte en una terraza. Si es intenso, protégete con cremas o una gorra.
  3. Busca la naturaleza : campo, playa. Liberarnos del ajetreo de las calles y sus sonidos , olores, y sensaciones también los libera del estrés asociado.
  4. Practica regularmente  ejercicio físico , que fortalece tanto el cuerpo como la mente porque elimina el efecto de las hormonas del estrés.
  5. Medita. La meditación formal o informal ayuda a reducir la actividad cerebral por un momento, permitiendo al cerebro recuperarse. Si lo practicas diariametne lo notarás en que te cuesta menos concentrarte y prestar atención.
  6. Busca a más gente. Pasa tiempo con amigos conocidos sólo por compartir momentos juntos, preferentemente sin hablar de problemas o temas que nos generen preocupación o ansiedad.

 

Recuerda que si te dedicas tiempo a ti mismo/a también ayudarás mejor a los demás porque estarás en mejores condiciones. Si empiezas a mejorar la calidad de tu descanso , puedes preguntarles también a ellos/as si han notado algún cambio.

Ayer hablaba con un amigo que está en época de exámenes . Me comentaba: «es que trabajo mejor bajo presión». 

Realmente no siempre el estrés es negativo para el rendimiento o para la salud. El estrés agudo, o eutrés activa al organismo para dar una respuesta ante una demanda del ambiente , es el que experimentamos cuando sabemos que están tenemos una carga de trabajo más alta de lo habitual , necesitamos afrontar un cambio ( en la dieta, en la forma de trabajar) o estamos en una situación de peligro. En nuestro cuerpo se disparan hormonas que dan la señal  a los músculos para respondan rápida y enérgicamente , y al  corazón para que bombee más sangre. Además nuestras defensas naturales también aumentan , lo cual hace que las heridas cicatricen más rápido y que seamos más resistentes a virus e infecciones (ahora pienso que esto concretamente les venía muy bien a los soldados en las  guerras y batallas en condiciones precarias… ) Si bien es más fácil que empeoremos en cuanto a alergias y asma.800px-Battle_of_Churubusco2

Eso sí, si le pedimos un sobreesfuerzo así al cuerpo de manera continuada es posible que se agote, y que ya no esté tan fino para impulsarnos y para protegernos. Entonces aparecen los problemas cardiovasculares, la depresión y el cáncer. Personas que se someten al estrés de cuidar principalmente de otras con una enfermedad crónica como el Alzheimer pueden sufrir este tipo de estrés crónico.

Algo parecido ocurre cuando nos enfrentamos de forma muy frecuente a pequeños contratiempos o problemas de la vida cotidiana, cuando reaccionamos de forma muy intensa ante estas situaciones y/o nos encontramos en un estado de alerta continua, estamos impacientes e irascibles. Pensemos en el tráfico, los sucesos inesperados, las prisas, las discusiones frecuentes con personas con las que convivimos ,… al final el estrés diario  se acaba notando en el estómago ( colon irritable, trastornos gastrointestinales,..).

El estrés diario puede  acabar  siendo el más grave porque le prestamos menos atención. Para reducirlo en lo posible:

– Buscar un hueco para hacer ejercicio físico una o dos veces en semana porque esto ayuda a que reaccionemos de forma más moderada ante situaciones estresantes.

– Respirar profundamente. Especialmente antes de enfrentarnos a resolver un problema

– Pensar en si realmente todo lo tenemos que hacer nosotros o en si podemos delegar, pedir ayuda,… Una buena y realista planificación del tiempo también ayuda.

– Mantener sexo de calidad, satisfactorio.

– Reservar tiempo para hacer cosas que nos hagan sentir bien, pasar tiempo con los/as amigos/as, pasar tiempo de forma frívola relaja mucho.

 

Muchos consejos ya los conocerán. La clave está en diferenciar cuándo puedo aprovecharme de mi estrés y cuándo se está convirtiendo en un problema.

Es muy útil identificar qué significado le damos a las cosas o a aquello que nos sucede, pues ello nos ayuda conocer los valores y creencias de una personas. Si son creencias limitantes, trabajaremos sobre ellas y por el contrario, si son motivadoras ampliaremos su rango de actuación a otras situaciones de la vida cotidiana.

La búsqueda del significado de las cosas nos conecta directamente con nuestros valores personales, que es lo que nos lleva a responder Por qué algo es tan importante para nosotros? y no tanto para la persona que tenemos a nuestro lado. Alguna vez te has preguntado cuáles son tus valores? y tus acciones están alineadas con ellos; quizás sea hora de sentarnos a valorarlo.

Sin embargo, las líneas que escribo esta noche no van destinadas a identificar nuestros valores personales, sino cómo hacer para que podamos usarlos para que  los demás, pareja, amigos/as, compañeras/os de trabajo, …. incrementen su motivación. Para ello, empecemos por hacernos una pregunta que nos involucre en nuestra vida cotidiana, como: ¿Qué quiero conseguir con mis estudios?, ¿qué quiero conseguir de una relación de  pareja?, ¿qué quiero de un empleo?,….., escribe lo primero que se te venga a la cabeza, cada palabra que escribas lleva implícita algún valor para tí. Sí lo que respondemos no satisface nuestros criterios, es muy probable que estemos desmotivados en el puesto de trabajo, o insatisfechos en nuestra relación de pareja,……………. Le hacemos la misma pregunta a la otra persona y anotamos sus respuestas, que serán sus propios criterios.

Una vez que tengamos ambas respuestas, le decimos a la otra persona que responda con nuestras palabras; una vez que termine le preguntamos si ha notado alguna diferencia en su fisiología, en su compartamiento, etc., (y excepto que sean valores muy parecidos) la otra persona se sentirá muy incómoda. Por último se le vuelve hacer la misma pregunta y esta última vez con sus mismos criterios. Ahora notaremos la diferencia motivacional de la persona.

Invito a que lo provemos en nuestras propias carnes, importante ver y analizar qué estaremos mucho más motivados y seremos más felices si seguimos nuestros propios criterios y valores y no los de los demás.valores