Hace poco fui a una charla en la que hablaban del concepto de Gamificación. Realmente antes de llegar a mí me sonaba a algo que tuviera que ver más con las plantas :P, pero teniendo en cuenta dónde tenía lugar no podía estar relacionado con eso.

La Gamificación ( del inglés «game», que significa juego), es el uso de técnicas, elementos y dinámicas propias de los juegos y el ocio en actividades no recreativas con el fin de potenciar la motivación, así como de reforzar la conducta para solucionar un problema u obtener un objetivo ( wikipedia). Recordarán las tarjetas de puntos, los juegos de facebook, los concursos en los que hemos participado en clase,etc. Todo para que sientas que estás jugando , y no comprando ni aprendiendo.juego

¿Por qué utilizar el juego para motivar a hacer algo, ya sea comprar o aprender , proporcionar información o relacionarse? El juego es la única forma que permite al mismo tiempo divertirte y medirte con respecto a tus propios resultados ( progresión) o respecto a los de otros ( competencia).

También puede ayudar a estrechar o rehacer lazos de forma diferente; no es raro que se recomiende dentro de la terapia familiar que padres/madres e hijos dediquen un tiempo a jugar juntos, ya sea videojuegos, deportes o a hacer un dibujo. Los roles cambian y las relaciones se observan desde una perspectiva distinta.

Los adultos porque ya nos olvidamos del juego simbólico, pero cuando dejamos que los niños fluyan en  él nos dejan acceder a su visión del mundo y a su experiencia. Porque sólo pueden representar aquello que han conocido y que les ha emocionado, y porque dentro del juego no existe lo que está bien o mal hecho, sólo aparece. Se trate de marionetas o de dibujos, jugando y representando, lo interno se hace externo, y por tanto más manejable y menos culpabilizador.

Los grandes por nuestra parte, tenemos que decir que aprendemos clown o que echamos partidas de videojuegos o cartas para que nos dejen volver a ser un poco niños/as sin que parezcamos infantiles. Para sentir el subidón de ganar o de hacer el payaso porque sí sin sentir vergüenza, ese sentimiento tan «maduro».

En fin, que el juego está en la vida, y al final si se fijan casi todo lo que hacemos es para pasarlo bien. O al menos me gusta pensar eso 🙂 Que disfruten.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Parece una tontería, pero te has parado a pensar lo raro/a que se siente uno/a cuando te cancelan un plan que se supone que te iba a ocupar toda la tarde o la mañana , y te lo cancelan unas horas antes: Y ahora que ya me había organizado el día, qué hago en este tiempo sobrante? Ya casi no tienes tiempo de planificar un cita, quedar con alguien, pedir hora para la peluquería,…

Hay personas que se bloquean, porque les cuesta improvisar y se preparan para lamentarse ante un tiempo «perdido» .Y hay para quienes el tiempo libre o la libertad para disponer del tiempo , es un regalo. Y aprovechan para darse el gusto de hacer algo con lo que disfrutar. El tiempo es lo más valioso que tenemos, más que el dinero… Y es que a diferencia de éste, que puede ir y volver, el tiempo sólo va.frog-1073426_960_720

La gente más previsora o que está más habituada a la cancelación de los planes tiene de antemano una lista de «planes B» o de actividades alternativas, de ésas que siempre decimos que haremos cuando «tengamos tiempo». Los más profesionales y eficientes  dividen su lista en tareas según su duración ( para 10 minutos libres, 1 hora, 1 tarde,…) o anticipando que lo que hoy se cancela se realizará la próxima semana, adelantan algo que tenían que hacer más adelante para «compensar» y cubrir el hueco.

En fin, en un tiempo en el que nos esforzamos por sacarle al tiempo el 200% y hacer varias cosas a la vez, soy de la opinión de que el tiempo «nunca» es perdido. No podemos sentirnos culpables ni tenemos que dar explicaciones por que se nos vaya una tarde hablando con alguien o viendo una película porque quizá eso es lo que necesitábamos en ese momento, teniendo además la oportunidad de hacerlo.

En fin, hagan lo que hagan, disfruten con su tiempo. Que para eso es de ustedes 🙂

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hace poco hablaba con una amiga que está un poco quemada con el ambiente tan tenso que se está generando en su  trabajo. Me decía que le preguntó a una compañera si ya había entregado un  informe ( sólo necesitaba ese dato, no pretendía hacer un queja )y le espetó algo así  «no, ¿por qué? ¿es que tenía que haberlo entregado ya? no he tenido tiempo..!» y más cosas en tono irritado. En el trabajo de esta chica, tras muchos cambios y problemas, la gente está «a la que salta», y el problema ya no es ése, sino cómo reacciona a gente de alrededor.

 

Cuando vemos que alguien se comporta «a la defensiva» posiblemente tienen problemas para discriminar el nivel real de amenaza en una situación, o no consideran que tengan recursos suficientes para enfrentarse a ella.escudo

Nunca o casi nunca es algo personal, sólo filtran la información que puede suponer un peligro o un problema para ellos/as. Esto puede ocurrir de forma puntual, fruto del estrés y la presión que se genera en el ambiente. O puede que alguna persona sea de naturaleza recelosa.

 

Es fácil sentirse ofendido/a cuando se cuestionan nuestras intenciones, eso no es agradable para nadie. Y entonces tenemos dos opciones:

 

1) Responder al mismo nivel de agresividad y alimentar la espiral del conflicto ( algo así como ¡…yo sí que no tengo tiempo!)

2) Recordar que esta agresividad no va dirigida a ti, sino que te ha encontrado por el camino, y devolverle a esa persona la seguridad que le falta como si no nos diéramos por aludidos/as ( está todo bien, tranquila). Generalmente las aguas vuelven a su cauce y la propia persona se da cuenta sola de lo irracional de su actitud. Otra cosa es que lo exprese.

Y es que al final alguien tiene que mantener el autocontrol… Lo importante es que no siempre sean las mismas personas, porque se acaban desgastando; hoy tú tienes un mal día y me toca a ayudarte, mañana será al revés y así mantenemos el equilibrio.

Al igual que no siempre la mejor defensa es un buen ataque, creo que no tenemos por qué «defendernos» de de esa defensa, si no hay ningún ataque que la justifique.

Que disfruten del fin de semana 🙂

Hace poco hablaba con una amiga sobre su trabajo. Ella dice que allí está bien, pero lo de siempre, con mucho trabajo, y hay poca gente…  se encoge de hombros y resopla , y mira hacia abajo.

Cada vez escucho con mayor frecuencia  frases  similares. En una época en la que hay que ser competitivos, innovadores y excelentes ( no basta con ser «buenos» ) en el mundo de la empresa, sus empleados también deben serlo. Pero todos no ganan la mismo ( en el sentido extenso de «ganar») .

La intención manifiesta desde un principio muchas veces no es contar con personal inferior a las necesidades, sino que existe una coyuntura que inicialmente lo justifica: «estamos comenzando el proyecto, según vayamos viendo incorporamos a más gente..», o bien la persona sustituta a una baja tarda en incorporarse.

El resultado en cuanto a liquidar volumen de trabajo es el mismo : las personas, responsables de su puesto o temerosas de perderlo, asumen la carga extra de trabajo y el trabajo «sale». O sea que a corto plazo no perdemos nada. El problema viene a largo plazo, cuando ya no se puede ir escapando y empieza a notarse el deterioro de la calidad y el desgaste del personal, que comete más errores e inevitablemente es menos eficiente. Y también  llegan las bajas ( siempre por problemas musculares, digestivos, pocas veces se trata de estrés …).pelota

A veces el problema no sólo es cuantitativo sino también cualitativo: las funciones de cada persona no están bien diferenciadas, las órdenes son confusas o cambian constantemente, y los recursos (instalaciones, medios,..) no son los adecuados para la actividad que se desarrolla. Esto también acaba generando tensiones entre compañeros/as y una  pérdida importante de tiempo.

Lo más grave es que esta situación se está normalizando; es rara la empresa cuyos/as empleados no se quejan de sentirse sobrepasados. Y aceptan esta situación, porque entienden que son ellos/as los que tienen que dar la talla.

¿Estamos creando una nueva  cultura, la de producir o lograr más con menos recursos o personas, es decir el «menos para más»? Ahí lo dejo. Es de estas cosas en las que no sé realmente si podemos cambiar algo, pero al menos… que nos demos cuenta.

Buenas noches y mucho ánimo a esos menos , que son más de lo que piensan 🙂

Hace poco entré en Internet para cotillear lo que pregunta la gente ( tengo esa fea costumbre) , y me llamó la atención que había una persona preguntando en un foro “¿Cómo se define a una persona espiritual ?¿Conoces a alguien así? Me llaman la atención este tipo de preguntas, y voy a responder a mi manera, porque conozco personas espirituales , igual que conozco personas que caminan por la calle y que se rascan la cabeza.

Lo espiritual no tiene necesariamente que ver con identificarnos con una religión o unas creencias particulares. Para mí reconocer el aspecto espiritual de nuestra existencia significa admitir que nuestra presencia trasciende los papeles habituales de trabajadores/as, padres/madres, ciudadanos/as, amigos/as, proveedores/as y consumidores/as. Que formamos parte de algo más grande e importante que todo eso y hacemos, junto con otros seres , que se mantenga un equilibrio. El equilibrio.vela

He podido comprobar lo importante que puede ser para muchos/as de nosotros/as desarrollar nuestro sentido espiritual al afrontar las pérdidas, tanto por las personas que ya no están físicamente  a nuestro lado como por los cambios que nos vemos obligados a experimentar. Las personas creyentes muestran una actitud ante el duelo totalmente diferente a aquellas que no lo son; están más predispuestas a la aceptación y a la reconciliación consigo mismos/as.

Y no se trata de creer en un Dios, entidad o institución, sino simplemente de creer, de tener Fé. Fé, precisamente como decíamos antes, en la trascendencia, bien hacia otro mundo o vida u otra forma de existir. Que también unos se refieren a  transformarse en un tipo de energía más pura, y otros reencarnarse,… no importa.

La fé en uno/a mismo/a, en lo que sabes y eres capaz de hacer  es lo que te da la confianza.  Tu realidad la formas con aquello en lo que Tú crees. Y si lo que crees te ayuda a sentirte en plenitud y a que otras personas también lo consigan, ¿quién soy yo para decirte que no es así?

El crecimiento espiritual es clave para el crecimiento físico, emocional y mental. Empezamos por preguntarnos qué es la muerte,el amor, quién soy yo,  qué está bien o qué está mal, … Ser emocionalmente adultos nos proporciona , como leía un libro, “ fuerza y estabilidad: es un ancla en el ancho mar de la vida”.

Cuanto más maduros somos espiritualmente, menos miedo tenemos a profundizar dentro de nosotros/as mismos/as y a aceptar la incertidumbre y los misterios de la vida. Porque cuanto más aprendes, más dudas aparecen, y más contradicciones. Sólo desde la espiritualidad podemos ser felices en un mundo lleno de confusión y de dolor.

Creo que hoy entre tanto ruido nos cuesta ubicar nuestra espiritualidad. Basta con entender que todos somos seres espirituales, así que reconocerlo no nos convierte en nada especial. Se trata, sin pretensiones, de mirar para adentro,  separar algunas cáscaras y observar lo que te encuentras.

Buena semana a todos/as 🙂

Hace poco veía con un amigo en la tele una broma que una chica gastaba a su pareja, despertándole con una especie de sirena . A mi me pareció un comportamiento espontáneo, quizá algo arriesgado, pero no le di mayor importancia. Sin embargo mi amigo cabeceaba desaprobando la idea ( podía haberle dado algo o darse un mal golpe,…).sillas

La forma en que reaccionamos ante lo que hacen o les ocurre a los demás dice mucho más de nosotros/as mismos/as que de éstos/as. De hecho todas las valoraciones, opiniones y comentarios sobre otras personas, que son intrínsecamente subjetivos,  no son más que un reflejo de nuestros valores, inseguridades, fijaciones e intereses.

Mi amigo no dejaba de llevar razón. Del mismo modo que  recuerdo que este chaval siempre ha sido algo aprensivo y le cuesta aceptar lo imprevisible.

Pasa algo similar con el estado emocional concreto que tenemos mientras observamos algo. No tenemos la misma impresión de alguien que nos ofrece una prolongada conversación cuando estamos relajados/as ( «cuánto tiempo sin hablar con él/ella…, qué amable») que cuando nos pillan estresados/as porque algo nos preocupa o porque tenemos mucha prisa ( » ¡qué tío/a tan pesado/a…!» )

¿Y cuando a alguien le pasa algo bueno?¿Cómo te sientes? Si somos empáticos, lo normal es que también nos alegremos. Cuando no es así, la envidia es una señal también de algo. Muchos/as dirán que el sentimiento cambia en función de la persona de la que hablamos, pero yo creo que depende más de cómo nos pille a nosotros/as, de cuáles sean nuestras carencias en ese momento o de cuál es la imagen que tenemos de nosotros/as mismos/as .

Y más situaciones que se nos ocurren a todos/as.

En fin, aprovechémoslas para conocernos mejor.

 

 

 

 

 

Cuando empieza la cuenta atrás siempre parece que el tiempo vuela y hay que atarle de una cuerda para que no se nos escape en vano.calendario

Sin embargo, que el tiempo pase rápido no quiere decir que hayan pasado pocas cosas o poco importantes. A medida que cumplimos años pensamos que no tenemos control sobre el paso del tiempo, que pasa de largo o que hemos estado haciendo siempre lo mismo.

No tiene por qué ser así; de hecho lo que pensamos la mayor parte de las veces no es real.

Todo pueda ser que no hemos estado del todo ahí cuando han pasado las cosas… El tiempo pasa por nosotros/as, pero ¿pasamos nosotros/as por él?

Te animo a que en estos días hagas un pequeño experimento:

Trata de recordar los tres momentos más importantes o intensos para ti que hayan tenido lugar este año. Puedes ayudarte de fotos, escritos ( correos electrónicos,  redes sociales) o recordar junto a alguien. Intenta recuperarlos con fuerza . Cuanto más vívido es ese recuerdo, más presente has estado en él. Sea un momento grato o no, fue real, y ahora forma parte de ti. Agarra esos momentos con energía y quédatelos, recuerda que esto es lo que me ha dejado el 2015, lo que, de una forma o de otra,  me ayuda a crecer,  y lo que me llevo hacia el año siguiente.

Gracias por compartir ese año conmigo 🙂

Hay una frase que estoy viendo con frecuencia por las redes , algo así como que trabajar duro por algo que no te gusta es estrés , y trabajar duro por algo que te gusta es pasión.  Realmente factores como  la no identificación con los objetivos de las tareas , la falta de libertad para elegir una forma de trabajo, etc…, son factores  pueden conducir a situaciones de estrés .Sin embargo aún cuando nuestra profesión  nos enamora y nos llena por completo , el exceso de volumen de trabajo y de responsabilidades nos desgasta de igual manera.corazonn

El estrés es una respuesta del organismo ante una demanda que no puede abarcar con los recursos que tiene: el tiempo, los conocimientos, el apoyo,… Independientemente de las ganas, el entusiasmo o la ilusión empleados.

Las cefaleas, las tensiones musculares y los problemas digestivos los padecen también personas entregadas en cuerpo y alma a su trabajo… quizá demasiado. En cualquier momento pueden llegar a un servicio de urgencias con un ataque de pasión que no les deja respirar o se les clava en el pecho.

Esto es tan válido para personas que trabajan dentro de una organización como para aquellas que lo hacen de forma autónoma. Aunque en ambas situaciones las fuentes de estrés suelen ser distintas, el caso es que viene muy bien esto de justificar con la pasión el que trabajemos duro, muy duro, a veces más de lo que nos merecemos. Incluso cuando sentimos que no podemos más, porque hay que hacer el mismo trabajo de antes con la mitad de plantilla o porque no sabemos si nuestro negocio va a continuar el mes que viene ante la carga fiscal y las deudas.

Tanto si te gusta tu trabajo como si no, tienes el mismo derecho a cuidarte, a no asumir como propios problemas que no son tuyos, a dedicarte tiempo para ti, y a pedir ayuda cuando la necesites. Una cosa es pasión. Y otra cosa es estrés.

 

 

Hace poco estuve en una maratón.  No participé yo como runner, pero me quedé entre el público, empapándome del ambientillo.

No practico deporte de forma habitual , pero reconozco que me entraron ganas de formar parte aquel mundo. No sólo por lo divertido, sino porque se respiraba un aire realmente sano y positivo, entre tantas tensiones que vivimos normalmente.maraton

Me estoy dando cuenta de hasta dónde pueden calar los valores educativos del deporte. Los/as niños/as que desde pequeños incorporan a su rutina algún deporte individual o de equipo están asimilando en sus carnes importantes aprendizajes.

 

A nivel personal aprenden que:

 

– Vale la pena luchar por superar tus límites ( no  superando necesariamente a los demás), como estímulo para el avance (autosuperación).

– Tú controlas tu cuerpo para que éste responda como tú necesitas, siempre que respetes sus necesidades y sus límites (autocontrol).

– Pueden existir varias estrategias para llegar a un mismo resultado, si te conoces encontrarás la más eficaz para ti (creatividad).

– Trabajamos duro a diario para conseguir a medio o largo plazo una marca, una meta concreta pasando por otras metas intermedias ( disciplina, constancia)

– Aunque te sientas enfadado/a, desanimado/a o hundido/a por un mal resultado, tienes que continuar : no puedes dejar que tus emociones te bloqueen ( autocontrol emocional)

 

Y a nivel social no queda otra que aceptar que:

 

– Puedes hacer lo que se te ocurra para ganar a un contrincante… pero las reglas son las reglas. Y se vigilará que las cumplas ( justicia).

– En un equipo los resultados ( positivos o negativos) no son de cada deportista, sino del equipo ( cohesión, espíritu de equipo)

– En el juego todos/as estamos para lo mismo. Si ayudas a tus compañeros/as, en algún momento ellos te ayudarán a ti ( solidaridad).

–  Uno más uno es mucho más que dos. La emoción , la diversión y la energía son más si se comparten (amistad).

–  Nunca vas a ser el/la mejor : siempre habrá alguien en el mundo con mejor marca que tú ( humildad).

 

Por eso si dejamos que lo que destaque en los espectáculos deportivos sean otros fenómenos,  como la violencia , la descalificación, o la pérdida de dignidad , hemos perdido la partida. Cuidado ahora con eso…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

vittUna vez más, somos lo que comemos y lo que nos nutre.

El nivel de determinadas  vitaminas están muy relacionado con nuestra capacidad para afrontar los reveses de la vida y la carga cotidiana, a través de la secreción de neurotramisores o sustancias cerebrales que regulan el estado de ánimo y la energía con que nos sentimos . O influyendo sobre el sistema inmune y la regeneración celular del organismo.

Por ejemplo después de períodos, como hemos tenido todos, de agotamiento intenso , sobre todo cuando nos afectan a las emociones, el complejo vitamínico B nos ayudará a regenerar nuestro organismo de ese desgaste y proteger el sistema de defensas.

Capacidades como la atención, la concentración y la memoria se incrementan. Al sentirnos con más energía y más preparados/as responder ante las demandas del día al día, es normal que se estabilice el estado de ánimo , y se reduzca el estrés y los estados de ansiedad. Algunos alimentos ricos en vitaminas del grupo B son los huevos, frutos secos, coliflor, zanahorias, atún y las setas.  En farmacias podemos conseguir también suplementos vitamínicos que nos ayuden a compensar estas carencias.

Últimamente se está investigando bastante sobre la relación entre la vitamina D y el estado de ánimo.  La falta de la vitamina D dificulta la síntesis de serotonina y este déficit se relaciona con la depresión. La vitamina D se absorbe en alimentos como salmón, leche, soja, yogur y cereales, pero también a través de la exposición  al sol. De ahí también el origen de los trastornos estacionales, cuando las horas de luz solar se acortan.

No obstante, si te notas últimamente más decaído/a o desanimado/a de lo habitual, nada mejor que un análisis completo no sólo de vitaminas sino también de minerales, hierro sodio y otros nutrientes importantes para identificar qué necesitamos  realmente.