Se acaban las vacaciones  de  verano, ésa es la realidad . Ahora podemos pensar que ocurren dos cosas:

1 Volvemos a lo normal, después de una época «especial», de actividad distinta. Esto quizá sobre todo lo piensen aquellos/as que han tenido unas vacaciones largas, de un mes o así.

2 Se abre una nueva etapa, como un curso nuevo, con las oportunidades que esto supone. Y empezamos a apuntarnos a clases, deporte, a coleccionar,…cubo

En la primera respuesta es cuando podemos echar en falta la libertad de las vacaciones, el ocio, o la compañía de algunas personas. Es entonces cuando tendremos que hacer un esfuerzo para habituarnos de forma progresiva a los ritmos y las responsabilidades. Y recordar que no siempre hemos estado de vacaciones, y hemos podido ser felices.

Por otro lado, si tomamos la vuelta con muchas ganas, nos podemos estar fijando objetivos poco realistas, sobre todo si los nuevos proyectos no son conocidos para nosotros/as y no sabemos cuánto tiempo y energía realmente van a requerir. Podemos frustrarnos fácilmente, por lo que será mejor comprometernos con metas muy accesibles , y según vaya la cosa, atrevernos con más.

También es cierto que cada vez más personas se van de vacaciones fuera de verano, en Mayo, Octubre,etc.   Aún así podemos notar cambios al finalizar el verano, con los cambios estacionales, de horas de luz,… y quizá también porque nuestro cerebro sigue asociando el verano con vacaciones y ocio; son muchos años de vida escolar y académica…

En fin, cada estación con sus sorpresas y sus oportunidades. Cualquiera que sea tu caso, te deseo un feliz final de verano 🙂

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hay cosas que de vez en cuando no me viene mal repasar. Igual que repasamos inglés, geografía o una receta de cocina, ¿por qué no refrescar nuestros derechos asertivos? Es decir, aquellas cosas que nos corresponden sólo por ser personas que vivimos y con-vivimos en este mundo:

  1. Tengo derecho a ser tratado/a con respeto y dignidad

  2. Tengo derecho a tener y expresar los propios sentimientos y opinionesamigos

  3. Tengo derecho a ser escuchado/a y tomado/a en serio

  4. Tengo derecho a juzgar mis necesidades, establecer mis prioridades y tomar mis propias decisiones

  5. Tengo derecho a “decir NO” sin sentir culpa

  6. Tengo derecho a pedir lo que quiero , dándome cuenta de que también la otra persona tiene derecho a decir “NO”

  7. Tengo derecho a cambiar

  8. Tengo derecho a cometer errores

  9. Tengo derecho a pedir información y ser informado/a

  10. Tengo derecho a obtener aquello por lo que pagué

  11. Tengo derecho a decidir no ser asertivo/a

  12. Tengo derecho a ser independiente

  13. Tengo derecho a decidir qué hacer con mi tiempo, cuerpo, etc. mientras no se violen los derechos de otras personas

  14. Tengo derecho a tener éxito

  15. Tengo derecho a gozar y disfrutar

  16. Tengo derecho a mi descanso o aislamiento

  17. Tengo derecho a superarme, aún superando a los demás

 

Pues eso, cada uno/a que revise cuál se le había olvidado últimamente, y si lo considera necesario, que haga algo al respecto.

 

IMG-20150815-WA0002La semana pasada me regalé unos diítas de vacaciones al Norte de España , de jueves a domingo , lo que llamamos un «fin de semana largo».

Al principio pensé :» qué poco», pero lo que no esperaba es haber vuelto con las pilas tan cargadas.

Realmente, el tiempo, sobre todo el de ocio, puede medirse tanto por su cantidad como por su calidad . Quince días de «descanso» pueden cundir tanto para el organismo como tres días realmente dedicados a oxigenarte.

¿Cuáles son los indicadores de calidad del tiempo? Se me ocurren por ejemplo:

– La magnitud de la diferencia entre tu entorno habitual y el de esos días de vacaciones: el cererbro rompe asociaciones de lugares con emociones de estrés y ansiedad, por ejemplo.

– La flexibilidad para hacer planes: la medida en que nos sentimos libres de poder hacer e ir donde nos apetece en cada momento.

– La cantidad e intensidad de emociones positivas: si estamos más o menos dispuestos/as a dirigir la atención a aspectos positivos y estimulantes ( un paisaje, un sabor diferente, ..) y a convertir contratiempos en anécdotas.

– La frecuencia de oportunidades para compartir actividades y experiencias con otras personas importantes para nosotros/as y para cultivar esas relaciones.

 

Al final, la huella que deja cada experiencia en la memoria no depende de la duración del recuerdo, sino de cómo nos hizo sentir.

 

Para Alba. Gracias 🙂

 

 

 

 

 

 

 

Dicen que no nos acostamos sin haber aprendido algo nuevo.

El aprendizaje de lo nuevo es lo que hace que se generen nuevas neuronas, y que estas neuronas establezcan nuevas relaciones entre ellas. De manera que cuando nos enseñan, nosotros/as enseñamos a nuestro cerebro, y él también cambia.

Sin embargo, me parece a veces  que nos cuesta vernos como principiantes en nuestra vida : ¿por qué nos es tan difícil  por ejemplo reconocer que no sabemos el significado de una palabra?¿Nos da miedo que nos vean como ignorantes? Pero ignorar es el estado previo a aprender…aprender

También nos frustramos cuando nos enfrentamos a un deporte, actividad o trabajo nuevos y no al principio no damos pie con bola… cuánto tiempo invertido, cuánta energía, …¿realmente vale la pena?

Aprender requiere esfuerzo, es imposible adquirir conocimiento o habilidad sin dejarse algo de sudor en el proceso. Y no siempre tenemos predisposición para ello.

Nos sentimos más cómodos/as en el papel de experto: que sean los demás los que aprendan, yo no me muevo de mi zona de seguridad.

El aprendizaje en sí mismo es un reto, una oportunidad para poner prueba nuestra capacidad y motivación para convertirnos por un momento en algo diferente, para superar las resistencias al cambio y el «ya estoy demasiado mayor para esto…». También para cultivar la paciencia, y para seguir el ritmo de nuestros propios cambios.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hoy se me ocurrió una historia:

Pili caminaba por la calle, cuando se le rompió un zapato, una tira de la sandalia. Caminaba chancleando, así que tenía miedo de tropezarse, y se sentía observada por la gente que pasaba alrededor. También tenía miedo de clavarse algún cristal o algo del suelo, ya que la planta del tiempo por momentos se quedaba al descubierto.zapatos

Se fijó en las zapaterías que había cerca y entró a comprarse los primeros zapatos que le quedaron lo suficientemente bien y que podía pagar. Tenía mucha prisa y necesitaba salir de allí con algún par de zapatos para no seguir medio descalza. Eligió unos y cuando salió con ellos puestos se dio cuenta de que le apretaban un poco pero ya no podía cambiarlos y además tenía que llegar ya a casa.

Lola caminaba por la misma zona. Observa los escaparates, y ve un par de zapatos que le llaman la atención. Le gusta el color, y parecen cómodos. Entra y se los prueba pero no está de acuerdo con el precio. Así que se va sin comprar nada. Pero no importa, ya encontrará otros que le convenzan. No tiene necesidad real de unos zapatos nuevos porque ya va cómoda y calzada.

Pasa algo similar con las relaciones personales , cuando elegimos estar junto a una persona desde la necesidad o la dependencia, generalmente se trata de decisiones más precipitadas e impulsivas. Es fácil que acabamos en relaciones que realmente no nos satisfacen o incluso que nos hacen daño por llenar un vacío o cubrir unas necesidades afectivas.

Sin embargo, cuando nos implicamos en relaciones no para conseguir  estar bien sino para estar mejor de lo que ya estamos , o pasarlo mejor, o evolucionar más,  el resultado es diferente…

Piensa cómo y para qué  eliges  y mantienes las cosas y las relaciones en tu vida.

 

 

 

 

 

A medida que crecemos , aprendemos no sólo que podemos contar cosas a los demás sobre nosotros/as mismos/as, sino que el tipo de información personal que compartimos depende de la persona con la que hablamos y del contexto : con el vecino en el ascensor hablamos de qué nos parece el  tiempo, con nuestro amigo/a íntimo/a hablamos de quien nos gusta o no nos gusta. Con la familia hablamos de planes de futuro, de la carrera que vamos a estudiar,…

Por mucha necesidad que tengamos de hablar, el aprendizaje social nos hace esperar al contexto o a los interlocutorres adecuados, contenernos.Para protegernos de sentirnos violentados o rechazados por los demás o vernos dentro de un conflicto

La autorrevelación o compartir información sobre nosotros/as mismos/as, nuestra historia , es importante para generar relaciones sociales y afectivas sanas, para mostrarnos ante los demás como somos y para animarles a que ellos/as también hagan lo mismo. Siempre que sepamos adaptarnos al contexto y al intcoffee-110529_640erlocutor… De lo contrario podemos salir perjudicados o vernos envueltos en situaciones violentas.

Si no estamos seguros de si lo que vamos a compartir es beneficioso para nosotros y para los demás, podemos plantearnos:

– ¿ Puede resultar interesante lo que voy a contar para la otra persona ? ¿Qué le aporta?

– ¿ Cómo se puede sentir?

– ¿ Cómo me siento yo hablando de esto en  este contexto ?

– ¿Puede a la larga perjudicarme que se conozca esta información en este ambiente ?

Las relaciones y las expectativas sobre estas relaciones se construyen a través de la comunicación. Abrimos unas puertas a la intimidad y cerramos otras según lo que decidimos revelar de nosotros/as mismos/as y de nuestra vida.

 

 

 

 

 

 

 

 

Hace poco alguien me dijo que no recordaba dónde había colocado el móvil . «¡Qué mala memoria tengo!» , se quejaba. Yo no estoy tan segura de si tenía problemas para recordar el lugar en el que había dejado el aparato o es que no había prestado atención mientras lo hacía.

La atención es un mecanismo imprescindible para la memoria , por ejemplo. Es imposible fijar una imagen o una frase si antes no la hemos captado adecuadamente .shoes-471863_640

La atención funciona como un «foco» que determina qué va a procesarse y qué no, a qué le damos importancia y lo que no es relevante en ese momento, según nuestros intereses, características, estado emocional,… Por ejemplo, si veo un escaparate puedo decidir quedarme sólo con la imagen de aquellos zapatos cuyo precio baja de 20 euros. Los demás no me interesan y por tanto no voy a recordar cuántos había , ni su forma, ni su color,…

Es comprensible porque la atención es limitada, no podemos atender a todos los estímulos a la vez , tenemos que hacer un filtraje de la escena. Al igual que no podemos realmente hacer dos cosas a la vez. Bueno sí, cuando una de ellas es automática. Por eso podemos hablar  con el móvil para organizar una evento  a la vez que caminamos.

El proceso de filtrado no sólo afecta a lo que percibimos del exterior, sino también a cómo elaboramos lo que creemos que somos, es decir, nuestro autoconcepto. Puedo atender más a mis errores que a mis logros, dar más importancia a los comentarios positivos o a los negativos de los demás…Y ¿qué resultado tiene esto para la autoestima?

Todo es cuestión de atención. Y la atención puede entrenarse en el día a día, con sencillos hábitos o ejercicios. Pero como la entrada se está quedando muy larga, esto mejor lo vemos la semana que viene :P.

Que tengan una buena semana 🙂

 

 

 

Se acerca un momento crucial para muchos/as que miran de cerca su futuro.

En una semana comienzan las pruebas para la PAU (antigua selectividad), que decidirá para muchos, cual oposición se tratase , el rumbo del barco académico.

Si bien este tipo de barcos luego pueden desviarse mucho 😛

Es el último empujón, la última semana para estudiar, y el cansancio acumulado junto con la presión pueden jugarnos una mala pasada si no gestionamos bien este momento de estrés.índice

Ahí van algunas recomendaciones para conseguir el máximo resutado con  el menor desgaste posible :

  1. No por estudiar más horas vamos a tener mejor rendimiento. Lo importante es la calidad del estudio: la información elaborada se retiene mejor que la que sólo se memoriza. Para esto es importante relacionar lo que estudiamos con otros conocimientos que ya tenemos, hacer resúmenes o imágenes mentales.
  2. Durante el descanso se fijan los recuerdos y se anclan los contenidos. Así que merece la pena dedicar tiempo a dormir, y a dormir bien.

  3. Muchas veces abandonamos el deporte porque no queremos que nos quite tiempo para estudiar. Sin embargo, es ahora cunado más falta hace, cuando sufrimos más estrés, porque nos relaja y desbloquea la mente tensiones para retener información.
  4. La concentración se agota. Y también la vista y la espalda de mantener la postura. Así que cada 45-50 minutos, levántate y anda. Un poquito, aunque sea para coger un vaso de agua

Y ante todo, confianza. Es el momento de dar lo mejor de ti mismo/a 🙂

Hay una fina barrera entre garantizar la seguridad, proteger, y limitar  la autonomía de cada persona, la capacidad de decidir por sí misma.

La percepción de capacidad que tenemos sobre los demás no coincide siempre con la que ellos/as tienen sobre sí mismos. Nosotros/as les protection-442907_640vemos a través del filtro del miedo ; tememos  que alguien que queremos se haga daño por equivocarse o atreverse demasiado . Nos asustamos tanto,, que sobreestimamos la probabilidad de que algo así ocurra. Y pensamos que mejor pasarse que quedarnos cortos.

Madurar significa que a medida que nos sentimos preparados/as para asumir autonomía, dejamos de necesitar vigilancia. No necesitamos que nadie nos sujete para no caernos.

Las familias pueden ser sobreprotectoras, pero la cultura proteccionista también trasciende a los estados. Sobre todo después de épocas de muchas carencias, se esfuerzan en garantizar las condiciones mínimas para todas las personas (especialmente las más vulnerables) , independientemente de los recursos de cada uno/a.

El problema es que esta protección también implica un control, ya que para que yo te ofrezca, tú tienes que seguir mis normas.

El valor como siempre, está en el equilibrio. Y en observar nuestros propios miedos y necesidades y contrastarlos con la realidad.

 

 

 

De acuerdo, todos/as sabemos respirar, al menos lo suficiente como para mantenernos vivos/as. Hacemos que entre y salga aire en los pulmones para mantener las funciones más básicas.

Sin embargo, cuando conseguimos que el aire no se quede en la parte superior , el tórax, sino que se introduzca también al menos una parte bajo la parte inferior de los pulmones y el diafragma logramos otros efectos a parte de mantenernos vivos:

– El organismo se oxigena de forma más completa
– Aliviamos la presión que aparece a veces en la boca del estómago
– Nos sentimos más relajados/as, más limpios, de alguna manera
– Ayudamos a reducimos la tensión muscular, sobre todo alrededor del abdomen, ya que con la respiración profunda estamos masajeando la zona
– Mejoramos la circulación de la sangre.
– Facilitamos la digestión y el tránsito intestinal.

Es muy difícil que consigamos respirar de esta forma de manera habitual, pero dedicar cinco o diez minutos al día a respirar de forma consciente y completa ya ayuda a generar cambios. Y nos entrena para reducir la tensión emocional y ser capaces de relajarnos ante situación estresante.

Y ¿cómo hacemos para practicar? Considero más útil escuchar que leer las instrucciones mientras practicamos . Así que aquí comparto con ustedes este audio de ivoox que está muy bien para ir empezando.