Pensar que no se puede cambiar es una de las creencias más limitantes que tenemos; muchas veces pensamos que no es posible, cuando ni siquiera lo hemos intentado.
Estamos rodeados de cambios: el día, la noche, las estaciones del año, cumplimos años, la tecnología avanza, etc., y todos se asumen con total naturalidad, pero ¿qué pasa con los cambios que se producen en nuestra vida?, tanto los que decidimos hacer nosotros, como los que los demás hacen en su vida.
Nos planteamos dar un giro de 180º en nuestra vida, ¿es fácil de asumir?, realmente podemos cambiar, pero cambiar una característica de nuestra personalidad es un proceso que lleva un tiempo. Todas las personas cambiamos, evolucionamos con el tiempo. Al igual que la naturaleza, nosotros somos seres dinámicos y sufrimos procesos de evolución en el proceso de nuestra vida; dichos cambios simplemente suceden con el tiempo, a veces sin darnos cuenta, otros si son voluntarios pues decidimos mejorar algo. Esta evolución, simplemente es parte de nuestra experiencia vital y que vienen determinados por nuestras creencias, actitudes, valores, etc.
Y si cambiamos con el tiempo, sin ser conscientes a veces, ¿por qué no vamos a poder cambiar siendo conscientes?. Si cambiamos sin buscarlo, ¿por qué no vamos a poder cambiar cuando lo que buscamos es el cambio?. Aprendemos a hablar, a leer, a escribir, a patinar, etc. La única diferencia está en que algunos son conscientes, otros no, unos son obligatorios, otros opcionales y son pocos los que deciden cambiar: porque no saben cómo, miedo a lo desconocido, miedo a lo que sucederá a nuestro alrededor (evidentemente nuestro cambio produce unos cambios en los demás……….
Las claves del cambio son:
- Creer en el cambio, creer que es posible.
- Aceptar la característica que se quiere cambiar, la aceptación es la condición previa al cambio. “No nos sentimos inclinados a cambiar aquellas cosas cuya realidad negamos”.
- Hacer todo lo posible, todo lo que encuentres y creas que te puede servir para cambiar hazlo. Si eres una persona tímida, intenta ser más sociable, poco a poco, al principio quizás no es cómodo, pero con el tiempo te irás acostumbrando. Si no lo consigues al día siguiente, no pasa nada, date tiempo; recordemos, Roma no se construyó en un día.
Nuestro comportamiento se sostiene con nuestras creencias, y nuestras creencias son toda la información que fuimos recibiendo desde pequeños y que se fue gravando en nuestro cerebro. El cambio no siempre es fácil, ya que hay comportamientos que están muy fuertemente arraigados a nuestro cerebro desde pequeños.
La dificultad del cambio depende tanto del tiempo que llevamos comportándonos de una misma manera, como del tipo de cambio de queramos hacer. Todo cambio es posible.
Sin embargo, ningún cambio que queramos hacer, será independiente a nuestras creencia, a medida que cambiamos nuestros hábitos, nuestra forma de hablar, nuestro comportamiento, se van modificando las creencias y viceversa.
En definitiva, todo cambio es posible. El que no se arriesga ni gana, ni pierde, se queda tal y como está. ¿Te quieres quedar como estas?