Alegría, ira, miedo, asco, tristeza y sorpresa . Son las emociones básicas, todos los seres humanos y no humanos nacen con ellas porque tienen un valor adaptativo: el miedo te protege del peligro, el asco de una intoxicación, la ira es impulso a la acción, como la alegría, y la tristeza facilitan la introspección y la recuperación de la energía.

A medida que madura nuestro cerebro , las emociones básicas se procesan, se elaboran cognitivamente , y dar lugar a las emociones complejas : la culpa, la vergüenza, la frustración, el orgullo,… Detrás de todas ellas hay una creencia que se ha incorporado con la educación y con la cultura. Así, para sentirme culpable, necesito un criterio sobre lo que debería o no debería hacer. Si me siento orgulloso/a, es porque reconozco haber cumplido con unos valores que me son deseables( éxito, lealtad, valentía,etc).índice

Y luego están las ideas sobre nosotros mismos, que impregnan a las emociones en base a cómo juzgamos nuestro comportamiento o nuestras acciones y su impacto sobre los demás . Así, me puedo sentir útil ( ¿ o pienso que soy útil?), lo mismo que desgraciado/a o inaguantable. ¿Dónde empieza el pensamiento y dónde acaba la pura emoción?

Ideas y sentimientos, en permanente interacción. A veces es importante separarlas, sobre todo cuando una idea ( no es adecuado…, temo las consecuencias…)  no permite  que las emociones fluyan de manera natural y se acaban atascando . O cuando la emoción es tan intensa que no nos permite tomar decisiones y nos bloquea ( pensemos en estados de ansiedad elevada).

 

Lo complejo en el fondo es más simple, y lo simple puede convertirse en complejo. Lo natural es experimentar emociones, porque son señales o pilotos de algo.  Si les prestamos la atención adecuada, podremos aprender con mayor claridad qué necesitamos y hacia dónde nos dirigimos.

 

 

 

 

 

 

Hace poco en nuestro grupo de teatro tuvimos que cambiar el horario para poder adaptarnos a la disponibilidad de un compañero. En vez de empezar a las cinco de la tarde y acabar a las siete, retrasaríamos el inicio hasta las siete. No era la solución más deseable para nosotros, ya que nos apañábamos bien con el  horario inicial, pero lo aceptamos para que continuara el grupo completo. Temíamos que dejaran de incorporarse otras personas al grupo ( era una meta que teníamos desde hace tiempo) ,sin embargo y para nuestra sorpresa el nuevo horario ha funcionado bastante bien y ahora somos más gente.

A veces las cosas ocurren así: nunca puedes predecir las consecuencias reales de ciertos cambios, ni hasta dónde va a llegar su alcance.

Nuestra reacción es normal: inicialmente nos enfadamos y sentimos miedo: relojporque no es lo que esperábamos, porque por un momento sentimos que perdemos el control de lo que ocurre.

Según la psicología positiva, tenemos dos opciones: podemos atascarnos y resistirnos al cambio o podemos aceptarlo buscando las oportunidades que nos ofrece. Se trata de controlar las emociones negativas y los miedos, o al menos no dejar que interfieran en el proceso de generar ideas y alternativas.

No se trata de esperar pasivamente a que las cosas se desarrollen como deberían, pero a  veces las circunstancias te traen el cambio que necesitas. Creo que en esas ocasiones hay que dar las gracias a esas circunstancias. Porque, siendo honestos/as, quizá nosotros/as no hubiésemos llegado solos/as a ese cambio.

 

 

La rabia es un sentimiento natural. Biológicamente tiene como finalidad la defensa, la protección, de nosotros/as mismos/as o de alguien de nuestro grupo. No hay que esforzarse para que no aparezca, o se elimine, sino canalizarla para que nos ayude a conseguir nuestros objetivos antes que se convierta en un obstáculo.ojorojo

Por ejemplo, cuando hacen daño a alguien que queremos, nuestro primer impulso, movido por la ira, es el contraataque,la venganza, o como quieran llamarle. Y ¿cuál es el efecto que conseguimos con esto? ¿Nos ayuda a resolver el problema, más allá del desahogo físico?

Podemos entender la rabia, la ira, como una energía, una fuerza motriz : utilizada inteligentemente puede ser dirigida a movilizar recursos, planificar, buscar información, trabajar, y por supuesto ayudar y apoyar a las víctimas.

Eso sí, los momentos en que tenemos las emociones a flor de piel no son buenos para tomar decisiones, al menos importantes. Tenemos que asegurarnos de que nuestro pensamiento estará regido por lo razonable y útil y no por nuestras emociones, que como siempre son pasajeras e irracionales.

Tengo una amiga que cuando se siente enfadada aprovecha para ordenar todo los armarios de la casa. En un momento, todo impecable :)Las actividades que requieren movimiento físico son las mejores para aprovechar la ira; hay gente que aprovecha para salir a correr o ir al gimnasio.

Recordemos que no podemos controlar nuestras emociones, las que aparecen y las que no, pero sí lo que hacemos con ellas.

 

Hace poco vi  a un  compañero salir de una sala caminando y respirando deprisa, con el ceño fruncido, haciendo un  gesto de rechazo con los brazos, tras dar un portazo. Dio unos pasos moviendo los brazos enérgicamente y por fin se sentó. Dejó caer los brazos sobre las piernas y se tapó la cara con las manos. Soltó aire lentamente . Tras un minuto, mientras separaba lentamente las manos de su cara suspiró :¿Qué he hecho ? ¿Qué voy a hacer ahora?…

¿Les ha pasado a ustedes algo similar a lo que le ocurrió a esta persona? Probablemente sí, a veces una emoción se vuelve tan intensa que domina nuestros actos. Eso sí, cuando desaparece y nos liberamos de este secuestro emocional , reevaluamos nuestro comportamiento y comprobamos que no coincide con lo que realmente queremos hacer o decir. La emoción puede cambiar sólo con darle un espacio , pero las consecuencias, los hechos van a seguir ahí. No sé cuáles fueron las consecuencias de la posible explosión de ira de este chico, pero a la vista de su reacción debió ser algo difícil de arreglar.

semaforoComo animales estamos programados para reaccionar de dos formas básicas ante un sentimiento de amenaza o ansiedad que son : lucha o escape. El problema a veces es que como animales racionales éstas no siempre son las respuestas más útiles, de hecho nos pueden traer problemas.

Por tanto es natural que de vez en cuando nos asalten estos calores , luego depende de nosotros/as qué hacemos a partir de ahí.

Ahí van algunas cosas que se pueden hacer :

  •  Los cambios físicos son los primeros que nos alertan de que nos estamos  «activando» : la boca se seca, el corazón se acelera, respiramos más rápido,etc. Por no hablar del tipo de pensamientos que aparecen sobre uno mismo, el entorno , o el/la  tipo/tipa que nos está hablando. Cuidado entonces porque el semáforo está en rojo : Es el momento de PARAR . no es el momento de hablar ni de tomar decisiones.
  • Antes tendremos que buscar una manera de relajarnos, bajando toda esa activación. Una forma puede ser salir del lugar físico donde encontramos (si hace falta se pone una excusa, siempre será mejor  que un estallido de furia) y/o desengancharnos de los pensamientos de ese momento para concentrarnos en la propia respiración (que es una forma de meditación básica) aunque sea durante un minuto  …les digo que ella solita regula el cuerpo.   Hay personas a las que les ayuda un mensaje verbal positivo («calma», «relax»,..) o una imagen mental que resulte relajante
  • Una vez que el organismo recupera la calma vemos las cosas de otra forma, menos amenazante y nuestra mente se abre a nuevas ideas  y soluciones.

Cuando nuestras emociones están bajo control somos nosotros/as los que decidimos y actuamos. No olviden que nosotros/as somos no somos lo que pensamos ni lo que sentimos : somos mucho más que todo eso.