Parece una tontería, pero te has parado a pensar lo raro/a que se siente uno/a cuando te cancelan un plan que se supone que te iba a ocupar toda la tarde o la mañana , y te lo cancelan unas horas antes: Y ahora que ya me había organizado el día, qué hago en este tiempo sobrante? Ya casi no tienes tiempo de planificar un cita, quedar con alguien, pedir hora para la peluquería,…

Hay personas que se bloquean, porque les cuesta improvisar y se preparan para lamentarse ante un tiempo «perdido» .Y hay para quienes el tiempo libre o la libertad para disponer del tiempo , es un regalo. Y aprovechan para darse el gusto de hacer algo con lo que disfrutar. El tiempo es lo más valioso que tenemos, más que el dinero… Y es que a diferencia de éste, que puede ir y volver, el tiempo sólo va.frog-1073426_960_720

La gente más previsora o que está más habituada a la cancelación de los planes tiene de antemano una lista de «planes B» o de actividades alternativas, de ésas que siempre decimos que haremos cuando «tengamos tiempo». Los más profesionales y eficientes  dividen su lista en tareas según su duración ( para 10 minutos libres, 1 hora, 1 tarde,…) o anticipando que lo que hoy se cancela se realizará la próxima semana, adelantan algo que tenían que hacer más adelante para «compensar» y cubrir el hueco.

En fin, en un tiempo en el que nos esforzamos por sacarle al tiempo el 200% y hacer varias cosas a la vez, soy de la opinión de que el tiempo «nunca» es perdido. No podemos sentirnos culpables ni tenemos que dar explicaciones por que se nos vaya una tarde hablando con alguien o viendo una película porque quizá eso es lo que necesitábamos en ese momento, teniendo además la oportunidad de hacerlo.

En fin, hagan lo que hagan, disfruten con su tiempo. Que para eso es de ustedes 🙂

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hace unos días asistí a un cumpleaños. Todo fiesta, y risa y felicitaciones y abrazos… 🙂

Reconozco que disfruto con la alegría de los cumpleaños.

 

No obstante, reconozco ahora también que nuestra cultura está  llena de contradicciones: los cumpleaños son motivo siempre de celebración, felicitamos ( esto es, deseamos felicidad) a las personas que cumplen aniversarios de vida y les deseamos que cumplan muchos más…Sin embargo, ahí estamos todos invirtiendo tiempo , dinero y energía en parecer más jóvenes de lo que somos realmente.birthday-cake-757102_960_720

En este momento habrá que abrir el debate sobre qué significa para nosotros la edad, además de un número o una medida de existencia. Hay personas que relacionan determinadas edades con etapas en las cuales debemos de haber logrado determinadas metas o tareas vitales, son guiones a veces muy rígidos.

Y hay quien tiene miedo a envejecer porque relaciona las arrugas con enfermedad, pérdida de la belleza, debilidad, muerte o pérdida de la «utilidad» para la sociedad. Según lo que más valoras tiras más hacia uno o hacia otro. Y no digamos nada cuando llega la jubilación…

Seamos honestos: por mucho que escuchemos eso de que como los vinos mejoramos con los años, pienso que si realmente no tuviéramos miedo a cumplir no dedicaríamos tiempo a cubrir canas, tapar arrugas, perder peso. Si bien puede ser que haya a quien le interese

A parte de esa leve sensación de ligero vértigo cuando dices en voz alta cuántos años tienes ( o cumples), esperando la cara, la reacción de quien te ha preguntado.No  nos sentimos igual al oír «pensaba que era menos » o no los aparentas que cuando vemos que  nos echan más…

El miedo a la pérdida y la necesidad de aprobación son normales. Luego depende de nosotros/as la cantidad de esfuerzo que dedicamos a intentar frenar o a negar los procesos naturales. La nuestra es una cuenta atrás en vida restante, pero también una cuenta adelante en experiencias, aprendizajes, seguridad y solidez acumulados.

Hace poco me tocó esperar en el dentista, casi una hora. Debido a urgencias, junto con cuestiones de planificación y a saber qué más…:(

Realmente me doy cuenta de, si bien  nos quejamos de no tener tiempo para nada, no sabemos qué hacer con el tiempo que nos llega de forma inesperada, cuando no estamos preparados/as.esepra

¿Por qué nos molesta tanto esperar si precisamente no nos piden que hagamos nada? Se me ocurren varios motivos:

  1. Nos hacen esperar, por lo que , desde fuera de nosotros/as, hay alguien que controla nuestro tiempo, nuestros recursos.
  2. Cuando llevamos todo el día continuamente ocupados/as, nos trastoca vernos sin nada a lo que atender y lo vivimos como una experiencia estresante. (Peor si el móvil se quedó sin batería).

  3. La prisa. Después de esta cita, tenemos otro compromiso, que puede retrasarse si necesitamos comerle tiempo para finalizar la primera tarea.

¿Qué podemos hacer para prepararnos ante las posibles esperas sin ponernos de los nervios?

  • A ver, hay situaciones en las que son más previsibles los retrasos que en otras: las citas médicas, de estética,en el aeropuerto,…A la hora de organizarnos es mejor dejar un margen hasta comenzar la siguiente tarea; es preferible que nos sobre una hora de tiempo a que nos falte…
  • Aquí podemos llegar con algo para hacer: un libro, llamadas de teléfono,organizar la semana con la agenda, algún ejercicio de relajación con auriculares,.. hay muchas cosas que tenemos pendientes por hacer y que realmente se pueden realizar en casi cualquier sitio.
  • Recuerda que por ponerte más nervioso/a el tiempo no va a pasar más deprisa, pues tiene su propio ritmo, que no tiene por qué ser el mismo que el tuyo 😉

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hace poco en nuestro grupo de teatro tuvimos que cambiar el horario para poder adaptarnos a la disponibilidad de un compañero. En vez de empezar a las cinco de la tarde y acabar a las siete, retrasaríamos el inicio hasta las siete. No era la solución más deseable para nosotros, ya que nos apañábamos bien con el  horario inicial, pero lo aceptamos para que continuara el grupo completo. Temíamos que dejaran de incorporarse otras personas al grupo ( era una meta que teníamos desde hace tiempo) ,sin embargo y para nuestra sorpresa el nuevo horario ha funcionado bastante bien y ahora somos más gente.

A veces las cosas ocurren así: nunca puedes predecir las consecuencias reales de ciertos cambios, ni hasta dónde va a llegar su alcance.

Nuestra reacción es normal: inicialmente nos enfadamos y sentimos miedo: relojporque no es lo que esperábamos, porque por un momento sentimos que perdemos el control de lo que ocurre.

Según la psicología positiva, tenemos dos opciones: podemos atascarnos y resistirnos al cambio o podemos aceptarlo buscando las oportunidades que nos ofrece. Se trata de controlar las emociones negativas y los miedos, o al menos no dejar que interfieran en el proceso de generar ideas y alternativas.

No se trata de esperar pasivamente a que las cosas se desarrollen como deberían, pero a  veces las circunstancias te traen el cambio que necesitas. Creo que en esas ocasiones hay que dar las gracias a esas circunstancias. Porque, siendo honestos/as, quizá nosotros/as no hubiésemos llegado solos/as a ese cambio.

 

 

El 2014 se ha quedado viejo, teníamos que reciclarlo o buscar un año nuevo. Por eso vamos a empezar el 2015 . Y eso está bien.pajarita

Los años nuevos, igual que la ropa nueva que acabamos de comprar , están planchaditos, huelen a nuevo y quedan impecables. Luego con el uso, bueno la cosa cambia. También depende de cómo los cuides…

Parece que tenemos prisa por empezar el año nuevo , y desechar el anterior. Poca gente dice: «qué pena que empiece un año nuevo, me gustaba éste… » No, todos estamos cansados y queremos cambiar. Además nos gusta «etiquetar » el año : éste año ha sido triste, feo, intenso,… Señores/as,¿ con la cantidad de días que tiene un año, es posible que todos sean iguales?

Pero luego cuando nos damos cuenta de cómo pasa el tiempo ,  siempre hay alguien que piensa : si pudiera volver atrás…

En efecto, las personas somos contradictorias. Si eres de los/as que se cambia de año, ten en cuenta estos detalles:

  1. Los problemas y las dificultades, así como las fortalezas que tenemos , no cambian con el año. A lo mejor no es el año el que tiene que cambiar , igual eres quien tiene que hacer cambios.

  2. Al igual que las personas no son torpes o brillantes, sino que tienen determinadas dificultades en determinadas áreas o hemos visto que  han éxito en determinados proyectos , los años no se pueden valorar de forma tan global : seguramente has tenido momentos muy duros pero también otros muy felices, no dejes que el recuerdo de este año se tiña sólo de lo negativo.

  3. Siguiendo con el punto anterior, para que el 2015 lo valores de forma más realista cuando acabe ( que también acabará), puede ayudarte llevar un diario o unas notas aunque sean muy generales , de las cosas que vas haciendo y que te van ocurriendo. Así la memoria no te va a sabotear tanto.

  4. Si no cumpliste tus propósitos para este año, quizá no eran los adecuados para ti.. revisa cuáles puedes cambiar y a ver qué pasa…

  5. Incluye como otro buen propósito leer todas las semanas Hablando D-Espacio. Seguro que mejora tu vida… :O .   O al menos te entretienes un rato.

En cualquier caso, disfruten. Porque es una noche especial, y eso no nos lo quita nadie. Ni lo bailao tampoco 🙂

Y muchas muchas gracias a todas las personas que en 2014 ( e incluso antes) han leído ,  comentado y compartido este blog y a las que lo harán en 2015.  Que gracias a eso sigue vivo .

 

 

 

 

Una vez me preguntaron : ¿cómo te comerías un elefante? Elefante_rosado

Fue en un curso de Gestión Eficiente del Tiempo. Las «tareas elefante» son tareas grandes y pesadas ( como un elefante) , para las que nunca encontramos un momento en el tiempo.

Como no suele ser nada urgente, lo vamos retrasando y retrasando …. y cada vez nos da mas miedo pensar en el momento en el que nos pongamos con ello . Puede tratarse de ordenar a fondo un armario o una habitación, terminar de sacar las cosas de las cajas de mudanzas, acabar la tesis de la carrera o coser los bajos de todos los pantalones.

Normalmente abordar estas tareas es cuestión de planificación: ¿cómo te comes al elefante? la respuesta es «a trocitos».

Por tanto para ir extinguiendo poco a poco a las tareas elefante podemos seguir estos pasos:

  1. Dividimos la gran tarea en  tareas más pequeñas (EDT)
  2. Asignamos el tiempo  necesario para cada tarea
  3. Clasificamos las tareas según el tiempo que requieren : 10 minutos, 30 minutos, 1 hora,…
  4. Localizamos tiempos “muertos”  ( una reunión que se retrasa o se cancela, terminar antes de lo esperado otras tareas, esperar en el dentista,…) con los que no contamos y los cubrimos con esas subtareas.
Cuanto te has dado cuenta, ya has avanzado en bastante medida la tarea o incluso la has acabado.  ¿Cómo te sientes entonces?
Según cómo nos acercamos a los problemas, nos dan despiertan una sensación u otra. Nosotros/as  podemos cambiar la forma de hacerlo, es cuestión de método.

 

 

 

No tengo tiempo para eso…» es una frase muy común. Cuando sabemos que hay cosas que hacer  más importantes para nosotros/as. Podríamos preguntarnos: ¿Por qué algo es más importante como para dedicarle tiempo frente a otras tareas? He observado que sacamos el tiempo de donde sea para hacer determinadas cosas porque sabemos si no las hacemos (y si no las hacemos a tiempo) algo desagradable va a pasar… Hacer la declaración de la renta, echar gasolina el coche cuando está a punto de vaciarse el depósito, obtener el certificado de residente para viajar,…working-woman-252186-m
Luego hay otras cosas que nos motivan tanto que buscamos también el tiempo donde sea para hacerlas: quién noy ha dormido dos horas menos por tomar algo con alguien a quien no veías hacía tiempo, o no se ha perdido en la web procastrinando unos cuantos minutos, o esas llamadas de teléfono que esperábamos que durasen 20 minutos menos.
Al final el tiempo del que disponemos es un concepto más relativo de lo que pensamos, se estira y encoge en función de nuestra motivación: extrínseca ( en función de las expectativas que tenemos de castigo o recompensa) o intrínseca ( lo hago porque me gusta hacerlo y punto).
Luego están los hábitos: aquellas tareas o formas de realizar las tareas que no están ahí porque tengan valor o nos gusten, sino que las hemos hecho siempre… Por ejemplo sabemos que hay rutas altenativas para llegar en coche a un sitio rque son más rápidas que las que empleamos rormalmente, pero qué vamos a hacer, nos hemos acostumbrado a hacerlo así. Además, aprenderla ya requiere un tiempo…
Recomiendo revisar todas aquellas cosas que realmente hacemos por hábito: ni porque nos gusten ni porque hay que hacerlas.
En fin: todos tenemos el mismo tiempo, sólo que lo dedicamos a cosas distintas. Revisa a qué dedicas tu tiempo y entenderás a qué le das más importancia en tu vida.

Cuando somos pequeños, queremos ser «grandes». Cuando nos hacemos mayores, nos gustaría ser más jóvenes. Pocas personas se identifican con su edad actual, o estamos esperando momentos vitales mejores o echamos en falta los que ya pasaron. Otras personas en lugar de disfrutar de la juventud que tienen ahora viven con miedo a perderla ( como si de ellos/as dependiera…).

Dosis Diarias, de Alberto Montt

Dosis Diarias, de Alberto Montt

Sólo nos damos cuenta de lo mayores que somos cuando ver cumplir dieciocho o veinte años a nuestros hijos o sobrinos y podemos recordar cómo era nuestra vida  a esa edad. Porque realmente nuestra edad nos permite muchas veces hacer prácticamente las mismas cosas que esos chavales .

Miramos hacia atrás y siempre podíamos haber hecho más cosas, haber exprimido  más el momento. No es que tenga que ser así, es que nos resistimos a aceptar que ya pasó esa oportunidad y lo que nos quedan son las posteriores.

Y cuando ya la edad nos limita para algunas cosas también nos abre oportunidades para otras: ya sea para enseñar a otros porque sabemos más y hemos vivido más que otros/as o para darnos permiso a sentirnos cansados/as.

Pienso que todas las edades y momentos se viven de forma diferente, que no mejor ni peor y es importante que sea así para que realmente nos sintamos «crecer». ¿La edad que mejor te sienta? Si tú quieres, la que tienes ahora 🙂 .