Mañana es el día del Trabajo.

Hablaba hace poco con un amigo que decía que él no tenía mucho que celebrar , ya que no es un día festivo para él , ya que no está » trabajando».

Según la RAE, el » trabajar» es «Ocuparse en cualquier actividad física o intelectual» (yo añadiría que esta actividad está dirigida a un fin concreto).student Los trabajos u ocupaciones que están remuneradas y cotizan en la Seguridad Social se llaman «empleos».

Por otro lado, ¿cuántas actividades conocemos que requieren un esfuerzo físico y/o mental y están dirigidas a conseguir o producir algo sin estar remuneradas? ¿Las consideramos socialmente «trabajo»?

Piensen por ejemplo en :

– Las personas que se dedican a estudiar.
– Las personas que buscan trabajo.
– Los/as que realizan voluntariado.
– Los/as responsables de las tareas del hogar : lo mismo que hacemos en casa de otros y por dinero deja de ser » trabajo» cuando lo hacemos en nuestra propia casa y sin ser remunerado.
– Los/as que organizan , gestionan , preparan un proyecto de empresa o negocio propio.
– Aquellas personas que se ocupan de cuidar de otras que no pueden hacerlo por sí mismas.

Muchos/as de ustedes se verán reflejados en alguna de estas situaciones. Pues bien, pueden considerarse «trabajadores/as» , la Real Academia de la Lengua les otorga este estatus. Por tanto, aunque no cuenten con un convenio, necesitan de un tiempo de esparcimiento en el que hagan algo totalmente diferente , deben suspender la activ¡dad en caso de enfermedad, y pueden renegociar las condiciones del acuerdo o contrato.

Feliz Día del Trabajo!

librosEn mi opinión, si algo bueno ha traído Internet es que nos ha animado a leer y a escribir más. Aunque sea de forma superficial, el  código es visual y obligamos al cerebro  a «traducirlo», a que trabaje un poco.

Hoy es el Día del Libro. Y cómo ha evolucionado la palabra escrita: entre libros digitales, revistas especializadas , blogs, twitter, cada vez hay formas más diversas y personales de expresarse y de comunicar cosas , lo cual también es positivo. Aunque nada tan romántico como hojear un libro que leíste hace diez años y disfutar de su aroma.

La lectura, siendo una actividad tan aparentemente sencilla , es una de las que más actividad cerebral genera. Cuando aprendemos a leer,durante los primeros años escolares,  es cuando se desarrolla la mayor parte de la materia gris y de la materia blanca en ambos hermisferios . Los procesos que se consolidan conjuntamente son reconocimiento de las letras, la conversión de las letras en los sonidos correspondientes y del acceso al significado de las palabras. También es cuando se fortalecen las principales conexiones neuronales.

¿Por qué cuando leemos estamos cambiando ( a mejor) nuestro cerebro?

1) Los hemisferios cerebrales tienen que trabajar coordinados: el izquierdo para traducir  los mensajes escritos y comprenderlos , el derecho para crear imágenes mentales a partir de éstos.

2) Entrenamos la atención y la memoria. Si el mensaje o la historia  nos interesa lo suficiente, en ese momento no existe nada más para nosotros, no dejamos  sitio para pensamientos negativos , ansiógenos o preocupaciones. Pero para esto tiene que interesarnos realmente lo que leemos. Casi mejor leer  revista de humor si consigue engancharnos » un poco que un libro muy «intelectual » que dejamos aparcado durante meses.

Por otra parte, recordamos el significado de muchas palabras, y las asociamos con otros recuerdos, experiencias, … que a partir de entonces estarán un poquito más vivos en la corteza temporal . De ahí la importancia de que personas mayores o en riesgo de perder la memoria a largo plazo lean un poco todos los días, aunque sea el periódico.

3) Cuando nos sumergimos en una historia , llegamos a comprender tanto las motivaciones y las emociones de los personajes que parece como si los conociéramos realmente. Leer puede aumentar la actividad de la amígdala y la corteza prefrontal , desarrollando la  la empatía,  la capacidad para entender a los demás y ponernos en su pellejo…

Hay más motivos para leer, pero al final un@ sólo se convence de algo cuando comprueba sus efectos . Así que no lo piensen más :  cuando encuentren un amigo que sobre una estantería les llame la atención no lo piensen tanto y llévenselo a casa. Seguro que lo pide a gritos…

Hace poco hablaba con mi cuñado sobre la Semana Santa y los ritos relacionados con la Penitencia, algunos más sufridos que otros. Hoy 800px-Penitentes_salamancaen día sólo en algunos municipios podemos ver personas flagelándose por la calle en procesión y como celebración de una tradición.

Sin embargo, si nos fijamos un poco más hay una tendencia en las personas, quizá en unas más que en otras para buscar el   sufrimiento, como  si a lo largo de todo el año tuviésemos la «obligación» de hacer este pago  por ser nosotros/as mismos/as o por intentar ser felices. Me vienen a la cabeza las sguientes maneras:

  • Repetirnos  a nosotros/as mismos/as que somos  culpables , de algo o de todo ,hasta convencernos  de que lo somos realmente . Con respecto a esto yo prefiero el concepto de «responsabilidad» al de culpa ,  ya que éste último implica un juicio moral. Y una cosa es reconocer nuestro papel en los acontecimientos y otra cosa es hundir nuestra autoestima. También cuando nos hacemos responsables de los problemas de los demás estamos reconociendo mayor influencia sobre la vida de éstos/as del que probablemente tenemos realmente.
  •  Lamentarnos  hasta la eternidad por nuestros  errores . Los errores forman parte de la vida y de la experiencia. Como bien dice el dicho , quien tiene boca se equivoca ; es normal cierto malestar porque a todos nos gusta hacer bien las cosas pero como seres humanos tenemos una capacidad limitada para prestar atención a muchas cosas a la vez , por lo que en algún momento tiene que pasar que se nos olvide algo, o que digamos una frase desafortunada en el momento inapropiado,… Lo importante es reconocerlo , si hace falta también ante los demás e identificar qué nos gustaría cambiar para que no vuelva a suceder o para funcionar mejor. Y punto.
  • Recordanos con frecuencia todo aquello que debería hacer, sentir, demostrar, querer y poseer…. Los debería ( tendría que,etc…) son auténticos tiranos : nos hacen juzgar continuamente a los demás y además nos juzgamos a nosotros/as mismos/as duramente. A veces inlcuso nos imponen lo que deberíamos sentir, cuando no hay nada más espontáneo que los sentimientos. Y lo «mejor » de todo es que no sabemos quién dicta los «debería», quién dice que los jóvenes deberían ser respetuosos o que yo debería cambiarme el suéter todos los días. Podemos elegir hacer aquello que nos ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos y con los demás: si me cambio de ropa es porque noto que me gusta estar limpio/a ,no porque sienta que «deba»  hacerlo.

 

Como estos hay muchos ejemplos más : está el hábito de recordar con mayor frecuencia e intensidad los momentos tristes que los felices, adelantarnos a los malos pensamientos de los demás sobre nosotros/as, anticiparnos a reaccionar ante consecuencias nefastas que aún no han ocurrido,…

Esto nos ocurre a todos/as, no es necesario ser personas neuróticas. Sí es verdad que nuestras penitencias mentales son muchas veces las que nos conducen a sentirnos ansiosos/as , deprimidos/as e irritables . Y las emociones negativas en exceso , al igual que las grasas, la contaminación o la falta de sueño, acaban deteriorando la salud.

Les recomiendo el libro El Arte de Amargarse la Vida,  de Paul Watzlawick. Va en la línea de esta de idea. Ayuda  a encontrarse de forma divertida o incluso a reírse de uno/a mismo/a, importante para luchar contra las malas costumbres mentales.

Que disfruten si los tienen y como mejor sepan  de estos días de descanso.

 

En función de la calidad del ambiente laboral, seremos personas más propensas a sufrir estrés o ansiedad, que se ven en problemas de salud ( dolores de espalda, molestias digestivas, insomnio,..).

Tanto desde los trabajadores como desde la empresa podemos mejorar nuestro ambiente laboral. A veces haciendo pequeños cambios y que no requieren inversiones económicas. En esta entrevista aportamos estragias sencillas para manejar el estrés, facilitar la conciliación laboral-familiar y flexibilizar los horarios de trabajo , elementos que afectan a la forma en que percibimos nuestro entorno de trabajo.

 

Ada Prieto – 10-04-2014

Recientemente compartí en facebook un artículo de otro blog que preguntaba «¿Crees que eres demasiado mayor para conseguir tus metas? «Me llamó mucho la atención conocer que Jhon Pemberton inventó la Coca-Cola con 51 años y Ray Kroc abrió el primer McDonald con 52 .

Yo vengo de la «generación» en la que se popularizó a través de la televisión el término  JASP ( para vender un coche, claro) : Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados , muchos/as lo recordarán. Intentaban vender una creencia de que a los 30 tenías que haberlo aprendido «todo» y estar capacitado/a para ocupar el puesto más alto y ser el/la mejor valorado/a.

2_hamburParecía como que si no habías triunfado a los treinta y pocos ya no había oportunidad para ti. Parecía como si no hubiese vida ni nada más que aprender después.

Quizá teníamos prisa. Nuestro cerebro no está siempre  preparado para imaginar qué estaremos haciendo  a los cincuenta ni para imaginar que se puedan comenzar obras importantes.

Sin embargo pienso ahora que quizá no sea hasta dentro de diez o quince años más cuando realmente estemos preparados, maduros ,para el éxito, y hasta entonces nos queda mucho por aprender.

El escenario actual en el que las personas no ven el trabajo asalariado como única salida laboral amplía un poco más el margen que perciben las personas para iniciar una proyecto laboral o vital . Antes  siempre andábamos atemorizados porque «después de los cuarenta no te contrata nadie». Eso sí hay que agradecérselo a la actual cultura del emprendimiento.

Solamente sé dos cosas:

1) No paramos de aprender cosas ( a partir de la experiencia, la observación, el conocimiento,..)  aún sin querer y sin darnos cuenta.

2) No sabemos lo que nos espera mañana mismo. Tanto en cuanto a amenazas como a oportunidades : ¿qué nos dice que que nuestra situación no puede cambiar si nosotros  estamos continuamente cambiando?  Quizá la oportunidad nos encuentre con un poco más de canas, pero también con más sabiduría y confianza.

Al final la edad es un estado de ánimo : un número más el significado personal que nosotros/as mismos/as le damos, según nuestras creencias sobre la juventud, la madurez ,etc. El caso es que a los creadores de las hamburguesas y los refrescos más famosos del mundo no les frenó.

En este espacio la compañera psicóloga Inmaculada Ponce nos plantea el humor como alternativa de vida. ¿Quieres conocer qué estrategias puede emplear para amargarte la vida? Escucha la entrevista:

Inma Ponce – 03-04-2014 (1)

No sé si les ocurre a ustedes, últimamente me encuentro con muchas personas con dolencias estomacales: colon irritable, gastroenteiritis recurrentes, …

Al estómago lo han llamado el «segundo cerebro», o «cerebro emocional» porque sobre él impactan directamente el estrés y las emociones, hay una relación directa entre cerebro y estómago. De ahí que muchas personas que atraviesan una situación personal, emocional inestable también sufran molestias digestivas : digestiones pesadas, «tripa hinchada» ( o distensión gástrica ), infecciones, gastroenteritis,…  en los casos más prolongados pueden  aparecer enfermedades comoProjekt_Stomach,_piercing el síndrome de colon irritable .

Las emociones a las que no damos salida ( ira, tristeza, insatisfacción, miedo,…)  , expresándolas , neutralizándolas o compartiéndolas con otros, se quedan » atascadas» dentro del cuerpo. ¿Cómo ocurre esto? El sistema digestivo tiene la función de eliminar, limpiar. Ante situaciones que el cerebro interpreta como estresantes nuestro organismo  comienza a producir sustancias como el cortisol, o la dopamina que si no se eliminan son las que generan depresión, ansiedad o cansancio.

Pero también esta conexión cerebro- estómago funciona a la inversa: según como nos tratamos en este aspecto, nos sentiremos más o menos relajados/as , enérgicos/as  o satisfechos/as . Nuestro estado de ánimo depende también del estado del estómago. En este sentido yo seguiría las recomendaciones de Irina Matveikova, médica especializada en Endocrinología y Nutrición Clínica : 

  • Escuchar nuestro estómago : observar qué es lo que nos sienta bien, o que parece que «golpea» nuestro estómago, no sólo en cuanto  a la comida.
  • Comer con calma. Dedicarle un mínimo de tiempo para que al intestino le dé tiempo a moverse y a trabajar adecuadamente.
  • Hacernos un sencillo automasaje en la tripa con movimientos circulares, siguiendo las agujas del reloj. Dedicarle diariamente unos minutos.
  • A media tarde , cuando nos sentimos cansados, hacer respiraciones abdominales profundas .
  • Vigilar con qué frecuencia vamos al baño. Acudir cada vez que lo necesitemos y dedicarle unos 15 minutos.
  • Cuidar lo que comemos. Hidratarnos bien mediante fruta y verdura fresca, equilibrar el consumo de grasas y sobretodo de harina y trigo. Detenernos a darnos cuenta de por qué comemos , de si realmente tenemos apetito o simple gula,  aburrimiento, o ansiedad. Entonces detenemos la actividad de comer y buscamos otra actividad que satisfaga nuestras necesidades sin castigar nuestro estómago ( dar un paseo, un baño, sentir el sol, escuchar música relajante,…)  y por tanto sin dañarnos a nosotros mismos .

Al final, somos tanto una mente como un cuerpo, todo es lo mismo porque recibimos todo aunque sea en lugares distintos.