Hace poco veía un corto de Pixar que se llama For The Birds ( Sobre los pájaros, creo). Lo recomiendo a todos, porque es muy simpático y sobre todo porque ilustra perfectamente cómo nos revolvemos de forma más o menos consciente cuando aparece un recién llegado al grupo. Las familias, los equipos de trabajo, los grupos de clase,.. son sistemas formados por elementos relacionados. Y como tales, cualquier cambio como restar o añadir uno de ellos afecta al conjunto.
Ante la incorporación de una nueva persona se mezclan varias emociones generalmente : puede ser algo estimulante o que nos «obligue» a mostrar lo mejor de nosotros/as mismos/as, puede implicar un recelo o miedo a que cambien relaciones dentro del grupo, a la competitividad o al conflicto porque no sabemos cómo es esa persona. Generalmente nunca nos deja indiferente.
Podemos quedarnos en los riesgos para el funcionamiento del grupo o fijarnos en qué puede mejorarlo, qué podemos aprender y qué le podemos enseñar a esa persona. Siempre hay un proceso previo de ajuste y no siempre es fácil pero al final todos los cambios se asientan.
Para que esa incorporación sea realmente una integración en el grupo me he dado cuenta de que son importantes cuatro claves:
- Autenticidad: Ser nosotros/as mismos/as. No te esfuerces por quedar bien porque de todos al final todos nos iremos conociendo 😉
- Empatía : A veces hay que ponerse un poquito en la piel de la persona que llega,y quiere encajar, recuerda que no es fácil…
- Asertividad: Mejor marcar límites y dejar las cosas claras desde un principio, forma parte del proceso de ajuste. Eso sí, cuidado con la forma.
- Humor: Nada relaja mejor el ambiente. Un poco de humor , en el momento de adecuado y de forma espontánea , derriba los muros más sólidos.
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