Dice una compañera que sabe de esto que «uno/a enseña lo que necesita aprender».
Parece paradójico, pero nada más lejos de la verdad : creo que la mejor manera de aprender algo es enseñarlo.
Cuando tienes que explicar algo a otra persona , no te queda más remedio que asegurarte de que tú mismo/a lo comprendes bien.
Si tienes que explicarme cómo se llega a un sitio, posiblemente buscarás en Internet la ruta y luego añadirás tus propias referencias ( una rotonda, un bar que está enfrente, un puente,..) para orientarte y para explicarme , porque sabes que complementan la información.
Según las teorías cognitivas del Aprendizaje, el conocimiento que se asimila a largo plazo es aquél que se elabora, se relaciona con otros conceptos y adquiere un sentido para nosotros/as.
Y todo este proceso es el que tiene que ocurrir cuando instruimos a otros/as. Los temas que mejor recordamos al estudiar son aquellos que hemos tenido que explicar a los compañeros como trabajo de clase ; no es que el /la profesor /a fuera un vago ( que también puede ser) sino que conocía esto.
Yo me he dado cuenta de que cada vez que explicamos o compartimos una idea concreta, descubrimos algo nuevo de ésta.
Bien porque el aprendizaje se construye de forma social, en interacción con otras mentes pensantes, o porque cuando vuelves a explicar lo mismo en momentos diferentes posiblemente tú también has cambiado y has aprendido algo nuevo.
En fin, que enseñar y aprender pueden ser caras de un misma moneda. Y recordar esto es lo que puede aportar humildad a los que enseñan y confianza a los que aprenden.